Sabemos que la medicina es una ciencia, pero no una ciencia exacta. Esto hace que necesitemos atender a las peculiaridades de cada caso de una forma individualizada y personalizada. También sabemos que la medicina es considerada como un arte, el “Ars Médica”, que decían los hipocráticos. Eso quiere decir que para practicar la medicina necesitamos una mente científica pero también una mente lo suficientemente abierta y creativa como para poder dar respuesta a aquellos casos que muchas veces se salen de la norma.
Sigue leyendo