Es bastante probable que cualquier persona que tenga mi edad haya acudido al cementerio en más de una ocasión a despedir a un familiar o un amigo. No he de dar demasiadas explicaciones para que entendamos que son momentos especialmente duros para algunos, incluso dramáticos para otros, porque es como una especie de despedida final de alguien a quien queremos.
Y hay muchos tipos de despedidas, pero yo guardo una profunda huella en mi corazón de aquellas a las que llamo las despedidas elegantes. Sigue leyendo