Por Dª Gracia Casado, Nutricionista colaboradora del C.M.I. Dr. Nougués
Con este término se asocian principalmente alimentos de origen lácteo. Actualmente esta gama de productos invade nuestro mercado y corresponden a los famosos y tan conocidos probióticos.
Es importante que sepamos que éstos no son una moda que se inventó en los últimos años, sino que se trata de una bacteria, el lactobacillus bifidus que pertenece a la familia de los lactobacillus que encontramos en la leche. Por lo que es un tipo de componente que siempre ha existido, pero cuyos beneficios no se han descubierto hasta relativamente hace poco tiempo.
Dicha bacteria es una de las integrantes de la flora intestinal humana y que se encuentra en el tracto/vía digestiva, donde realiza una importante función para la salud. Como lactobacillus, presentará las características/funciones propias de ellos (síntesis de enzimas y vitaminas beneficiosas para el metabolismo y digestión de la lactosa, que es el “azúcar” de la leche).
Si clasificamos la flora presente en el cuerpo en dos grupos, “buena” y “mala” (las cuales se encuentran en equilibrio entre sí), se integran en el primero de ellos. Cuando se produce una alteración en este equilibrio, tiene lugar la aparición de enfermedades y síntomas gastrointestinales indeseados, si bien existen determinados factores, que también contribuyen y afectan al correcto mantenimiento, destacando entre ellos el:
– uso de antibióticos y medicinas anti-inflamatorias.
– exceso de tabaco y alcohol.
– situaciones de estrés o tensión.
– exceso de azúcares.
– dietas con predominio de comida precocinada, carnes rojas y grasas saturadas.
Si hablamos de forma específica del tipo bifidobacterium o bacterias bífidas sus propiedades van desde: una mejora de la digestión, disminución de la incidencia de alergia, de la incidencia de trastornos del aparato digestivo o enfermedades crónicas de él que empeoran la calidad de vida, e incluso parecen prevenir frente a algunas formas de crecimiento tumoral. Es decir, contribuyen al mantenimiento de la flora intestinal sana, mejorando consecuentemente la asimilación de nutrientes y eliminación de residuos, y se encargan de segregar sustancias antibacterianas que nos van a proteger de los ataques de otras bacterias, virus u hongos.
Si como más representativo podríamos resaltar el yogur, actualmente son una infinidad de marcas y productos a los que se añaden bifidus activos, debido al papel que tienen en nuestro cuerpo.
La presencia de estas bacterias en nuestro organismo se da de forma natural desde pequeños, etapa de la vida donde son muy numerosos, si bien a medida que pasan los años, se pierden y de ahí la importancia de ingerir alimentos que nos aporten dosis de estas bacterias tan beneficiosas para el mantenimiento de la salud.
Beneficios del yogur
Dichos beneficios radican en su contenido de Lactobacillus Bífidus que repuebla la flora bacteriana intestinal, previniendo la aparición de bacterias poco deseables causantes de putrefacciones e infecciones, mientras que la acidez del ácido láctico favorece el crecimiento de las colonias beneficiosas de Lactobacillus.