Diez propuestas para no perder el control de la vida

Diez propuestas para no perder el control de la vida

La pérdida de control tiene como consecuencia la realización de conductas o la expresión de palabras que, cuando las miramos con la frialdad necesaria, nos parecen ridículas, grotescas o desproporcionadas. Esta experiencia hace que las emociones y los pensamientos se  colapsen, y acabamos no sabiendo muy bien ni qué pensamos, ni qué sentimos, y mucho menos cómo hemos llegado hasta allí.

El descontrol cuando adquiere ciertas proporciones se parece a una erupción volcánica, brusca y violenta que se lleva por delante todo aquello que encuentra a su paso. Es como si algo dentro de nosotros cobrase vida propia y actuara de forma autónoma sin regirse por los dictados de la razón. La mayoría lo habremos experimentado en alguna ocasión y, en general, no nos suele gustar la experiencia.

Sigue leyendo