El espárrago es una planta herbácea perenne pertenece a la familia Asparagaceae. Algunos de sus componentes se excretan por la orina dándole un distintivo olor característico que es ligeramente desagradable, y es debido a los productos degradados que contienen azufre. También contiene bastante fibra vegetal, lo cual es beneficioso para el organismo, sobre todo a nivel gastrointestinal.
Es uno de los vegetales más ricos en glutatión, potente antioxidante del organismo al que se han atribuido propiedades antisudorales. Además de ser rico saponinas a las que se le ha atribuido un efecto afrodisiaco, y también es rico en flavonoides, sobre todo la rutina con efecto beneficioso sobre los vasos sanguíneos.
Contiene un aminoácido llamado asparragina, del que hay que saber que a dosis muy altas podría afectar al riñón.
Otro aspecto muy interesante es su alto contenido en lignanos (3 microgramos por gramo), una clase de fitoestrógenos con efectos a nivel de vasos sanguíneos de pequeño calibre, el cual parece ejercer un papel beneficioso en algunas enfermedades vasculares degenerativas como la angiodisplasia, que es común en los ancianos y provoca hemorragias gastrointestinales, aunque este es un campo que está aún por investigar.
Además, los lignanos al igual que los flavonoides, participan en otras funciones ya que tienen una débil actividad estrogénica y compiten con los compuestos estrogénicos normales no permitiéndoles promover el crecimiento de tumores.
En relación con los procesos oncológicos, investigaciones epidemiológicas apoyan la hipótesis de que los países con más altos niveles de consumo de flavonoides y lignanos en su dieta tienen las más bajas incidencias de cáncer, hecho que está especialmente demostrado para los cánceres de mama y próstata.