El compañero espiritual

compañero espiritual
      El compañero espiritual      nos ayuda a realizarnos

Son muchas las personas que a lo largo de la vida comparten con nosotros una parte del camino. A todos ellos podríamos considerarlos como compañeros de viaje en este devenir que es la vida.

Con algunos tendremos una relación más próxima, con otros más lejana. Pero siempre sabremos que se encuentran ahí.

Incluso hay personas a los que hace muchos años que no vemos pero los consideramos cercanos y, con cierta frecuencia, si nos volvemos a reencontrar, parece como si fuese ayer mismo cuando nos vimos por última vez.

Sin embargo, a pesar de que tengas muchos amigos y conocidos y te sientas profundamente acompañado, existe un ámbito muy privado y personal que no puedes compartir con todos los que te rodean. Es lo referente al camino interior, ese proceso de desarrollo humano que se orienta hacia la autorrealización.

Si hablamos de dicho proceso, nos daremos cuenta de que los compañeros  de este ámbirto son un poco especiales. Los llamamos “compañeros espirituales”.

¿Qué es un compañero espiritual?

Pues podría decirse que un compañero espiritual es un regalo que la vida nos ofrece en el momento oportuno, de tal manera que, llegada la hora, aparece alguien con quien compartiremos la parte más profunda y valiosa de nuestra existencia, lo referente al proceso de crecimiento y desarrollo humano.

No es ésta una relación convencional, porque no es un amigo ni un compañero al estilo habitual, sino que presenta unas características especiales.

dar la mano para ayudar

Siempre que lo necesites vendrá en tu ayuda

El compañero espiritual no es alguien que siempre te dé la razón, sino que será quien te interpele y te rete para intentar sacar lo mejor de ti. Incluso habrá ocasiones en las que te dirá cosas que no te guste oír o tal vez te molesten. Pero has de saber que cuando sea necesario también te acogerá y te reconfortará, sobre todo en los momentos difíciles, ya que el zarandeo será sólo una forma de animarte para despertarte aún más o para que continúes  fiel en el camino.

Su paso será sutil, sin estridencias, pero su huella profunda. Parecerá que no interviene pero, sin embargo, su presencia no pasará inadvertida porque posee la luz necesaria para alumbrar a otros.

Un compañero espiritual no es alguien con quien puedas tener una relación en exclusiva, ya que su misión es más amplia, es la de ayudar también a otros a alcanzar sus metas. A pesar de ello, siempre estará contigo cuando lo precises. Su labor no será directiva, simplemente te acompañará y estará a tu servicio.

La relación con un compañero espiritual interpelará constantemente nuestro estilo de vida, pero no por los consejos moralizantes, sino por su propio ejemplo.

En alguna ocasión me han preguntado, ¿cómo reconocer al compañero espiritual de verdad? Nada más fácil. Cuando sucede, simplemente, ¡lo sabes!, sin lugar a dudas. Si eso no ha sucedido aun, no te preocupes, tal vez no haya llegado la hora, pero ten la certeza y la confianza de que cuando sea tu momento él aparecerá junto a ti.

Por tanto, por ahora sólo debes seguir trabajando para mantenerte “despierto” para que, cuando el compañero espiritual aparezca, seas capaz de identificarlo.

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