Los trastornos del sueño constituyen unas de la patologías más frecuentes en nuestra sociedad actual, de tal manera que se estima que en España afecta entre el 30 al 48% de la población.
Las consecuencias de este padecimiento no producen simplemente a síntomas como cansancio o somnolencia diurna, sino que además pueden afectar a la salud de una forma más global, estando relacionados con una mayor incidencia de otras patologías como la hipertensión, la obesidad, ciertos trastornos digestivos, neurológicos, etc.

Existen formas muy diferentes en las que se presentan estos trastornos del sueño. Hay quien tiene dificultad en comenzar a dormir, pero que cuando cogen el sueño lo mantienen bien. Es lo que se llama Insomnio de Conciliación. 

Otros, en cambio, concilian bien pero sufren interrupciones durante toda la noche y tienen dificultad en volver a retomar un sueño normal tras cada interrupción. Este es el Insomnio llamado de Fragmentación.

Hay personas que concilian bien, no tienen interrupciones nocturnas, pero se despiertan excesivamente pronto, durmiendo pocas horas, menos de las que necesitan para encontrarse bien. Este es el Insomnio de Término.

Además de lo anterior, también tenemos la persona que durmiendo aparentemente bien, se levantan más cansadas que cuando se acostaron. Este es un Insomnio de Eficiencia. 

Y finalmente tenemos los Insomnios Mixtos, que son aquellos en los que se mezclan varios tipos de los anteriores.

Tradicionalmente, para tratar este problema, la medicina convencional viene utilizando psicofármacos ansiolíticos o antidepresivos con efectos sedativos, así como otros productos inductores del sueño. Todos ellos con una serie de efectos secundarios y algunos incluso  con efectos adictivos.

Sin embargo, desde el punto de vista de la Medicina Integrativa se pueden ofrecer un gran número de posibilidades que, ante todo, cuentan con la enorme ventaja de tener menos (a veces ninguno) efectos secundarios que la propuesta convencional, al tiempo que se muestran bastante efectivos en la mayoría de los casos.

Como ejemplo del amplio arsenal del que disponemos en la actualidad, podemos indicar las siguientes posibilidades para tratar el Insomnio con Medicina Integrativa:

HABITOS ADECUADOS: Lo primero será proponer una apropiada higiene del sueño en cuanto a la hora de irse a dormir, oscuridad de la habitación, temperatura, no haber comido poco antes de acostarse, evitar las pantallas de móviles, televisiones y otros muchos aspectos que no siempre se tienen en cuenta.

REGULACIÓN EMOCIONAL: Hay muchos insomnios que se deben a que la persona se va a la cama dándole vuelta a sus problemas y preocupaciones. En estos casos puede ser útil unas sesiones Psicoterapia.

TÉCNICAS SOFROLÓGICAS Y/O SOFRODYNÁMICAS: Destacan por su importancia, y por la utilidad demostrada a lo largo de los años, las Técnicas Sofrológicas para tratar el Insomnio. Por otro lado, el enfoque Sofrodynámico se aplica sobre todo para lograr una mejor gestión emocional, un mayor control del estrés y, sobre todo, la armonización de la respiración, ya que cuenta con numerosas técnicas de Respiración Consciente.

UTILIZACIÓN DE TÉCNICAS O PRODUCTOS QUE MEJORAN EL SUEÑO

FITOTERAPIA: Utilización de plantas medicinales en sus diferentes formas. Infusiones, extractos, aceites esenciales, y otros. Las más usadas para tratar los trastornos del sueño son la Valeriana, la Amapola de California, el Hipérico, el Lúpulo, la lavanda, la Pasiflora, etc.

HOMEOPATÍA: Utilización de produce tos homeopáticos específicos. Pueden ser con enfoque Unicista, Pluricista o Complejista. Existen numerosos productos en el comercio que son bastante efectivos.

MELATONINA: Sobre todo cuando padecemos trastornos del ritmo del sueño por Jet Lag y cuando perdemos nuestro cronoritmo habitual. No siempre es bien utilizada, y no se aconseja en personas jóvenes.

5-HTP (5-Hidroxitriptofano): Es un precursor de la serotonina y ayuda conseguir un efecto sedativo.

LA GLICINA: La glicina es un aminoácido que ha demostrado una buena eficacia en el tratamiento de los problemas del sueño.

MAGNESIO JUNTO CON VITAMINAS DEL GRUPO B: También generan un efecto relajante y sedante.

PROTEINAS DE LA LECHE: Además de contener triptófano, los péptidos hidrolizados de la caseína tiene un efecto inductor del sueño. Hay disponibles en el comercio algunos productos con estas proteínas.

ACUPUNTURA: Desde tiempos ancestrales la acupuntura ha demostrado su efectividad en este tipo de trastornos.

AURICULOTERAPIA: Relacionado con al acupuntura, las técnicas auriculoterápicas utilizan determinados puntos acupunturales de la oreja para tratar enfermedades. El insomnio también puede mejorarse con este tratamiento.

MUSICOTERAPIA: Se ha demostrado que ciertos tipos de música contribuyen a mejorar el estrés, la ansiedad y producen beneficios en lo que se refiere a la inducción y mantenimiento del sueño.

SHIATSU: Esta técnica oriental de origen japonés que se realiza a través de la presión de los dedos en ciertas zonas del cuerpo, ha demostrado una gran eficacia en el tratamiento de los trastornos del sueño.

REIKI: Existen diversas escuelas de Reiki, pero todas se basan en la regulación del cuerpo energético a través de la imposición de las manos. Dichas técnicas se han utilizado de forma exitosa en el tratamiento de los insomnios.

Etc.