La Fibromialgia es una enfermedad que encontramos cada vez más frecuentemente en nuestras consultas, muchas veces acompañada de un Síndrome de Fatiga Crónica (SFC). Hay quien discute si estas son dos entidades separadas o simplemente forman parte del mismo fenómeno pero con algunos matices diferentes.
La OMS reconoció como entidad clínica a la Fibromialgia en 1993. Su diagnóstico es clínico y normalmente se realiza después de haber llevado a cabo un número considerable pruebas diferentes que descartan otras patologías. Hay quien piensa que la Fibromialgia no es más que una especie de cajón de sastre en el que entra todo aquello que no podemos explicar de una forma convincente.
Esta enfermedad afecta con más frecuencia a las mujeres en edad media de la vida, puede evolucionar con brotes, y se caracteriza porque genera una situación de muy mala calidad vital que en ocasiones llega a ser invalidan. Hay dolores generalizados, cansancio, rigidez, embotamiento mental, trastornos de memoria, trastornos del sueño, alteraciones del estado de ánimo, trastornos gastrointestinales muy diversos que muchas veces son catalogados como Colon Irritable.
Respecto maltratamiento de esta enfermedad en la Medicina Convencional suele ser de tipo sintomático, mediante la prescripción de analgésicos, antiinflamatorios, antidepresivos, etc.
Aunque no existe un protocolo claramente definido para tratar esta enfermedad ya que, según mi experiencia, cada paciente presenta sus propias peculiaridades y responden mejor a unas cosas que a otras, sí que es cierto que he podido comprobar que muchas de estas personas han mejorado aplicando distintos procedimientos de la Medicina Integrativa.
Paso a comentar algunas de las herramientas que han demostrado utilidad en el tratamiento de esta patología:
1.- Regulación de la alimentación prestando especial atención a las intolerancias alimentarias y al equilibrio de la microbiota. Yo suelo utilizar la Biorresonancia Mora-Nova con bastantes buenos resultados. Es muy importante que la dieta sea individualizada.
2.- Investigación y tratamiento, si procede, de la presencia de ciertas reactivaciones virales, sobre todo Epbstein-Barr y Citomegalovirus.
3.- Detoxificación general con especial atención al hígado. Hay algunas personas con determinados polimorfismos que tienen cierta dificultad en realizar correctamente los procesos de detoxificación hepática. Es conveniente ayudar a mejorar dichos procesos de eliminación de toxinas.
4.- Atención a la gestión emocional y del estrés mediante técnicas adecuadas. En esta caso utilizo Técnicas Sofrodynámicas en las que entrenamos a nivel reflexivo y también a nivel meditativo, una mayor consciencia corporal, respiratoria y de nuestros procesos mentales y emocionales. El aprendizaje de ciertas técnicas meditativas suelen proporcionar también bastante beneficio.
5.- Trabajo cuerpo-consciencia en los que entraría el Yoga, Tai chi, Qi Gong etc. Yo suelo emplear el Qi Gong y el Entrenamiento Gyalpo, formando un conjunto que he denominado Qi Gong para la Salud. Estas técnicas permiten trabajar de una forma suave y progresiva adaptando el movimiento a las limitaciones de cada personas. Además se entrena la atención, la concentración y la respiración consciente, entre otras cosas.
6.- Correcta suplementación. Puede ser muy variada, pero siempre hay que tener en cuenta los niveles de vitamina D, magnesio, calcio, selenio, antioxidantes, Q-10, NADH, multivitaminicos y minerales, activadores de la energía mitocondrial, Omega-3. También pueden ser interesante los condroprotectores o algunos productos naturales con actividad analgésica.
7.- La regulación del sueño buscando la mayor eficiencia a nivel recuperativo es fundamental en estos casos. Es posible que, además de los consejos generales para una buena conciliación y mantenimiento del sueño, necesite la toma de algún medicamento o suplemento que le ayude a ello.
8.- Promover un estilo de vida adecuado evitando las sobrecargas excesivas, introduciendo periodos recuperativos y adaptando la actividad que desempeñe a las capacidades del sujeto.
9.- Tratamiento Fisioterápico, Osteopático o Quiropractico, pueden ser especialmente útiles también.
10.- Otras técnicas como la Acupuntura, la Auriculoterapia, el Shiatsu, etc., pueden ser también de bastante utilidad.
Como vemos, aunque la situación es difícil y compleja, hay que evitar la desesperanza, ya que hoy día disponemos de un gran arsenal de posibilidades que cada vez se van ampliando más y que proporcionan un gran alivio a quienes reciben estos cuidados.
