¿Es posible mejorar?

¡A mi edad es muy difícil cambiar!, afirman muchas personas categóricamente.

Normalmente no son conscientes de ello, pero esta es una de las expresiones más dañinas que uno pudieran realizar sobre sí mismo.

A lo largo de mi vida he tratado de rebatirla, unas veces con más fortuna y otras con menos. Y lo he hecho con argumentos basados en la experiencia, no con teorías más o menos vistosas o llamativas, y, sobre todo, mediante el ejemplo práctico de quienes lo han conseguido.

Los seres humanos deseamos ser felices y, al mismo tiempo, tratamos de evitar el sufrimiento. Sin embargo, la afirmación anterior, esa de “yo no puedo cambiar”, plantea una especie de condena a un destino inexorable del que nos encontraríamos prisioneros. Es un pensamiento que nos limita y nos impide cualquier posibilidad para establecer cambios potenciadores.

Frente a este pensamiento inmovilista y limitante de “yo no puedo cambiar”, me parece útil plantear la siguiente cuestión ¿es posible mejorar mi vida?, sabiendo que para mejorar no es necesario estar mal. Este es un detalle que considero especialmente importante.

Mucha gente intenta el cambio cuando ya no pueden soportar más sufrimiento. Y eso está bien, es mejor que no intentarlo, pero me pregunto, ¿es necesario sufrir mucho para desear cambiar algo?

Por tanto, has de tener claro que, te encuentres como te encuentres en estos momentos, es posible mejorar.

Este es un mensaje de esperanza al que no debemos renunciar y debiera ser, también, un axioma manifiesto y constante en nuestras vidas.

Es posible que haya muchas cosas que ya estemos haciendo bien y muchos aspectos en nuestra vida en los que funcionamos apropiadamente, pero también es cierto que podríamos pasar de hacer algo bien a hacerlo de forma excelente, o quizás podríamos mejorar en aquello otro en lo que todavía no somos suficientemente hábiles.

Pero ojo, hay que tener en cuenta que también es posible empeorar, y este temor a que los cambios emprendidos puedan traer algún displacer es lo que hace que muchas personas se aferren al desgraciado refrán de”más vale lo malo conocido…”.

Así que, tanto si te encuentras en un momento duro y difícil como si es dulce y agradable, tienes en ahora la oportunidad de plantearte cómo desarrollar tus capacidades para mejorar tu existencia un poco más.

Para muchas personas el paso más difícil de todo el viaje es el primero. Una vez vencen la inercia de comenzar, el resto les parece menos laborioso de lo que en principio habían imaginado.

Aprender a mejorar está relacionado con aprender a sanar nuestra vida, es decir, con curar las viejas heridas del pasado y los miedos hacia el futuro, haciendo que emerja en cada uno de nosotros todo el potencial que estamos llamados a desarrollar.

Si nos proponemos mejorar cada día, aunque sea sólo un poco, podremos llegar a alcanzar aquellas metas que en estos momentos nos parecen lejanas. Este proceso de mejora continua podría decirse que es una sencilla descripción de algo tan importante como la autorrealización, la cual, en esencia, es algo tan obvio como llegar a manifestar quienes verdaderamente somos.

De manera esquemática podemos afirmar que:

  • Es posible mejorar
  • Ello se realiza por medio de un proceso de aprendizaje
  • Dicho aprendizaje se ha de realizar en clave de desarrollo humano
  • Cuando todo ello ocurre, decimos que se ha producido un cambio potenciador

Prácticamente la mayoría de las transformaciones vitales de cierta importancia pueden ser descritos en términos de aprendizaje y cambio, como por ejemplo el proceso de curación, el cual es posible entenderlo en términos de cambio, aprendizaje y desarrollo humano.

Decimos que se ha producido un cambio cuando añadimos, modificamos o hacemos funcionar de forma diferente algún elemento de nuestro modelo del mundo.

Lo queramos o no, lo sepamos o no, siempre estamos en continuo cambio, pero quienes están interesados en el crecimiento y desarrollo humano, los cambios que les interesan están ligados a un proceso de aprendizaje y en una dirección de mejora vital.

Entonces, para mejorar nuestra vida ¿qué hemos de aprender y qué hemos de cambiar?

He aquí la verdadera cuestión que necesitamos resolver para realizar los cambios de manera apropiada.

Si nos referimos al desarrollo humano, hay varios aspectos que no podemos obviar ni pasar por alto. Todos ellos están relacionados con el autoconocimiento, pero abordarán diferentes aspectos a los que hemos de prestar atención.

En diversas ocasiones he comentado la importancia de comenzar nuestro trabajo de mejoramiento personal por lo que denominamos “Armonización”.

El proceso de armonización requiere primeramente prestar atención a nuestra respiración y a nuestro esquema corporal. Mediante un entrenamiento apropiado es posible hacerlo sin excesiva dificultad, pero debe ser realizado con constancia y disciplina. A partir de ahí, accedemos a nuestro espacio interior y la posibilidad de armonizar, también, nuestra energía.

En Sofrodynamia® entendemos que la armonía, y al hablar de armonía debiéramos considerarla como sinónimo de salud, puede ser encontrada dentro de cada uno de nosotros. Todas las personas poseen, lo sepan o no, aquellos elementos necesarios para armonizar un poco más su vida, el asunto estriba en aprender a usarlos de manera apropiada.

Además de esto, que por sí solo ya genera importantes beneficios para el sujeto que aprende Sofrodynamia®, necesitamos también trabajar con nuestra mente, flexibilizando nuestro modelo del mundo y experimentando la profundidad de nuestro Espacio Interior.

Sabemos que la mayoría de las personas no utilizamos en la vida diaria más que un pequeño porcentaje de todos los recursos de los que disponemos, eso quiere decir que tendremos que aprender a desarrollar nuestras verdaderas capacidades haciendo que lo meramente potencial pase a ser algo útil y real.

El entrenamiento en Sofrodynamia® propone tomar consciencia de nuestro potencial como seres humanos, actualizarlo y desarrollar estrategias para desarrollarlo hasta poder expresar en el mundo todo lo que  realmente somos.

Y en la medida que vamos avanzando en este camino de desarrollo humano, nos damos cuenta de que algunos interrogantes acerca de nuestra propia existencia se van desvelando poco a poco. Muchas limitaciones que considerábamos conflictos o problemas se diluyen, y cuando algunos asuntos que llamamos problemas o traumas siguen estando presentes, dispondremos entonces, si es que hemos entrenado suficiente, de las herramientas y conocimientos necesarios como para hacerles frente de forma apropiada.

Por todo ello, se puede decir que el entrenamiento sofrodynámico trata de ayudar a cada ser humano a replantearse y clarificar el enigma de su propia existencia, y en la medida en la que realizamos gradualmente el proceso de ampliación de conciencia, de desarrollo humano o de despertar, según como quiera denominársele, comenzamos a conocernos, respetarnos y aceptarnos tal como somos, y eso hace que nuestra vida sea más armónica y feliz.

Aceptarse no supone, ni mucho menos, un conformismo ni una autocomplacencia, sino que más bien constituye el primer paso para abrirnos a la posibilidad de efectuar un cambio consciente en nuestra vida.

El descubrimiento, experiencia e integración de la conciencia individual será el requisito necesario para, posteriormente en niveles más avanzados, trascender la propia individualidad para acceder a estados que nos conectan con la dimensión colectiva, con el aspecto arquetípico y finalmente nos abre a la experiencia transpersonal.

Así que, tengas la edad que tengas, es posible aprender, es posible cambiar y, por lo tanto, es posible mejorar nuestra vida un poco más.

Un pensamiento en “¿Es posible mejorar?

Deja una respuesta

Introduce tus datos o haz clic en un icono para iniciar sesión:

Logo de WordPress.com

Estás comentando usando tu cuenta de WordPress.com. Salir /  Cambiar )

Foto de Facebook

Estás comentando usando tu cuenta de Facebook. Salir /  Cambiar )

Conectando a %s

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.