“Aunque lo hayas olvidado, nada crece en ti si tú no se lo permites. Constantemente recibimos influencias de los demás, pero elegimos, a veces sin saber cómo, las qué aceptamos y las qué rechazamos. Por tanto, además de buscar estímulos que nos hagan crecer, deberíamos ocuparnos en aprender a elegir qué influencias van a arraigar en nosotros y qué otras se marchitarán” (ANF)