El CLA, ¿verdad o mentira en las dietas de control de peso?

CLAPor Dª Gracia María Casado, Nutricionista y colaboradora del CMI Dr. Nougués.

Este producto del que se oyó hablar incesantemente durante una época, surge como otro alimento funcional más, dados los efectos beneficiosos observados en numerosos estudios con animales, si bien no existen aún evidencias contundentes de su eficacia y seguridad para uso humano, a pesar de hablar de ciertos efectos saludables para el organismo, especialmente en lo que respecta a  la regulación del apetito.

Como ácido linoleico conjugado (CLA o ALC) entendemos a un grupo de isómeros del ácido linoleico en el que los dobles enlaces (instauraciones) no están situados en las posiciones 9 y 12.

Es producido por la flora gastrointestinal de los rumiantes (por la acción de microorganismos anaerobios, (Butyrivibrio fibrisolvens, entre otros), que son capaces de hidrogenar los ácidos grasos poliinsaturados), a partir del ácido linoleico. El hombre lo produce en cantidades muy pequeñas en el hígado. Se encuentra principalmente, siendo fuentes naturales de él, en la carne de los animales rumiantes y sobre todo en su leche y derivados lácteos. Una dieta promedio contiene entre 1-2 g al día de CLA.

En el mercado se encuentra una amplia gama de productos (sobre todo derivados lácteos y zumos de fruta) ricos en CLA, pero con la peculiaridad de que, en este caso, el CLA añadido ha sido obtenido industrialmente a partir de fuentes naturales de ácido linoleico, como son los aceites de cártamo o alazor y de girasol. Estos productos pueden contribuir a incrementar de forma notable la ingesta dietética de CLA. Entre ellos uno de los preparados de CLA más conocido y utilizado, es el Tonalin®.

Entre los factores que influyen en el contenido de ácido linoleico conjugado de los alimentos, los principales están relacionados con:

– Las características fisiológicas o genéticas propias del animal.

– El tipo de alimentación que recibe. En general, el tipo de alimentación del animal puede ejercer una notable influencia sobre la composición en ácidos grasos de la leche. Un aspecto importante relacionado con la influencia de la alimentación del animal sobre el contenido de CLA en los alimentos, que ha propiciado una intensa investigación en la actualidad, es la posibilidad de modificar intencionadamente su alimentación, como estrategia para incrementar el contenido de él en los alimentos. Se ha observado que la suplementación con aceites vegetales ricos en ácido linoleico y α-linolénico (aceites de soja, algodón, girasol, lino, cártamo, colza, etc.) produce un aumento del contenido de CLA en la leche. Asimismo, se ha comprobado que estos efectos son más notables cuanto más rico es el suplemento en ácido linoleico, caso de los aceites de girasol y soja.

– Factores tecnológicos asociados a los procesos de elaboración y/o conservación de los alimentos.

Otros que parecen influir en el contenido de CLA en la grasa láctea son:

– La raza del animal.

– El estado de lactación del animal

Aunque el CLA es un componente minoritario en la dieta, en la actualidad ha despertado gran interés y ha promovido una intensa investigación acompañada de un boom publicitario debido a sus efectos potenciales sobre la salud como ya se hizo referencia (sobre todo por los efectos que se publicitan sobre la disminución de la obesidad y el sobrepeso):

– Una modificación de la composición corporal con reducción de la grasa corporal.

– Propiedades antiaterogénicas.

– Efecto hipolipemiante.

– Disminución de la resistencia a la insulina.

– Acción sobre el sistema inmunitario.

– Etc.

Estos efectos se han observado principalmente en modelos animales y cultivos celulares. Los estudios efectuados en humanos son escasos e incluso muchas veces contradictorios. Sin embargo, aunque exista una intensa investigación sobre los efectos saludables del CLA, consideramos que la información que reciben los profesionales de la salud y, por supuesto, los consumidores puede resultar escasa o al menos poco concisa,  por lo que es necesario realizar una adecuada evaluación de su seguridad hacia los consumidores.

Otro aspecto importante y a tener en cuenta es cómo puede afectar, de cara a la comercialización del producto final, un incremento de CLA a las características organolépticas y a la aceptabilidad del mismo. Investigaciones hasta el momento  señalan, tras realizar estudios con paneles sensoriales, que la aceptabilidad de la leche y quesos enriquecidos en CLA es similar a la de los productos con valores normales. Este dato presenta bastante relevancia, ya que el consumidor tiene la última palabra sobre el valor y la posición comercial de estos productos.

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