“Existe un éxito en el mundo que se traduce por el incremento de fama y bienes materiales de quienes lo alcanzan, y también existe el llamado éxito vital, cuyos frutos son la paz interior y la armonía, no sólo para sí sino también para quienes rodean a ese ser. Ambos no tienen por qué ir separados, pero la mayor parte de las veces te verás obligado a elegir entre uno u otro” (ANF)