“La medicina no es sólo una ciencia, es ante todo un arte. A todos nos gusta acertar con nuestros diagnósticos y tratamientos. Cada día tomamos decisiones clínicas basadas en el conocimiento y la experiencia con la esperanza de que surtan un efecto beneficioso en el paciente. Pero a menudo se suele obviar otro factor «el factor humano”, el del propio paciente, su peculiaridad e individualidad que hace que sus reacciones sean a veces únicas, y, por supuesto, los bloqueos a la curación que muchos pacientes presentan aunque no lo sepan conscientemente, ya que en ocasiones, dichos bloqueos, se ocultan en las más recónditas profundidades del inconsciente del propio paciente.” (ANF)