“Según muestran los datos, vivimos en una sociedad, la española, que es la segunda más ruidosa del mundo. Desde el punto de vista de la salud esto no resulta nada beneficioso, como tampoco lo es para la calidad de vida, pues son muchos los estudios que confirman las repercusiones negativas que produce en el organismo el exceso de ruido.
Padecemos en muchas de nuestras ciudades un exceso de contaminación acústica que supera en ciertos lugares el límite máximo admitido por la OMS, que es de 65 decibelios. Se admite, también, que en nuestras ciudades el 80% de la población padecen una cierta forma de sordera ligada a la contaminación acústica. Además se han realizado estudios que demuestran que los jóvenes entre 15 y 25 años, en su mayoría tienen afectada la integridad de su capacidad auditiva.
El transporte, la construcción y la industria suelen ser los principales responsables de dicha contaminación, aunque en ciertos lugares aparecen otros elementos generadores de ruido como son los bares nocturnos o determinadas actividades relacionadas con el ocio en las que se concentran un número muy elevado de personas.
Muchas de los trastornos producidos por la contaminación acústica están relacionados con la esfera psicológica, como el insomnio, trastornos de la atención, de la memoria, ansiedad o exceso de irritabilidad, pero otras afectan a otros órganos y sistemas como es el caso de la tensión arterial, las contracturas musculares y los procesos digestivos entre otros.
Paras luchar contra el ruido es fundamental la concienciación ciudadana y la toma de medidas efectivas por parte de la administración correspondiente, situando vallas de protección acústica, utilizando materiales aislantes sonoros en las construcciones o regulando la intensidad o los horarios de actividades acústicamente contaminante.
Por nuestra parte, podemos aportar nuestro granito de arena tratando de ser un poco menos ruidosos, evitando poner música, televisión, etc. a un volumen excesivamente elevado y buscando momentos de silencio y de contacto con la naturaleza, cuyos sonidos ejercen un efecto relajante y sedante sobre el organismo” (ANF)