Cuando he paseado en plena naturaleza por un camino estrecho y poco transitado, con frecuencia me vienen a la cabeza algunos pensamientos y reflexiones relacionados con el proceso de crecimiento y desarrollo humano. Porque dicho proceso es comparable a un camino. Una senda que ha de ser transformadora, ya que la finalidad consiste en transitar desde el estado actual que tengamos hacia un estado del ser de mayor sabiduría, felicidad y paz. Pasar de un estado de infelicidad a una vida más plena es como realizar una cierta alquimia interior.
A la mayoría de las personas, eso de la alquimia les sonará a cosas medievales, pasadas de modas y muy lejanas para nuestra mentalidad científica del siglo XXI. Algo que, nada o muy poco, tiene que ver con nosotros. Sigue leyendo