Suele pensarse en el verano como un periodo lúdico, relajado y recuperativo que nos compensa del esfuerzo realizado en los meses anteriores. Muchos inician sus vacaciones en estas fechas en las que, según parece este año, el turismo nacional tendrá más peso que el foráneo, y las casas rurales, campings y actividades al aire libre, están siendo profusamente demandadas. En ellas encontraremos numerosas propuestas de actividades para el disfrute, el contacto con la naturaleza y el relax.
En esta ocasión comenzamos la estación veraniega de un modo diferente al de años anteriores. El verano Post-Covid se nos presenta con algunas incertidumbres sobre cómo se desarrollará y, sobre todo, con la necesidad de prestar una mayor atención al ámbito de la salud manteniendo las medidas apropiadas que las autoridades sanitarias nos proponen.
Además de lo anterior, me gustaría compartir algunos consejos sencillos y prácticos que conviene tener en cuenta para disfrutar de esta estación de la mejor forma posible, evitando algunas desagradables sorpresas que, a veces, por despistados nos pueden suceder, como las insolaciones, las deshidrataciones, las hipotensiones, etc.
1.- Lo primero sería tener cuidado con el sol. No podemos evitar las altas temperaturas ni que el sol tenga un elevado nivel de radiación, pero sí que podemos protegernos de ella mediante el uso de sombreros, la permanencia en lugares sombreados, el uso de las cremas fotoprotectoras o evitando exponerse durante las horas centrales de mayor radiación lumínica. El sol es una fuente de vitamina D y tiene también un efecto antimicrobiano, pero, como todas las cosas, si se toma en exceso también puede ser el responsable de ciertas patologías cutáneas de tipo degenerativo.
2.- Cuidar la hidratación. Esto es siempre importante, pero en verano cobra una especial relevancia debido a la pérdida de agua y electrolitos que se produce de forma habitual a través del sudor. Los niños pequeños y las personas mayores pueden no tener sensación de sed, por lo que aquellos que se encarguen de su cuidado han de estar especialmente atentos para ofrecerles agua, zumos o cualquier otro tipo de líquido hidratante tomado a pequeños sorbos. A mí e gusta mucho usar agua en la que se introducen varios trozos de limón y unas hojitas de hierba buena para ir bebiendo poco a poco. Es realmente delicioso y refrescante.
3.- Reponer electrolitos. Las frutas de temporada, los zumos y el réminerálizante gazpacho, son buenas opciones para aportar líquidos y, sobre todo, reponer electrolitos y sales minerales, elementos estos que son especialmente importantes proporcionar cuando sudamos de forma continua y los perdemos.
4.- Prevenir las lipotimias y bajadas de tensión debido al calor. Hay quienes tienen la tensión baja durante todo el año, y al llegar los calores les disminuye mucho más. Para solventar dicho inconveniente es necesario utilizar ciertos productos que ayudan a mantener la tensión en niveles apropiados. Por otro lado, también encontramos pacientes hipertensos que al llegar el verano requieren que se ajusten la dosis de su medicación habitual. En ambos casos, lo más aconsejable es contar con el asesoramiento de un médico que les indique cómo proceder de la forma correcta y segura. Recordemos que es muy importante no automedicarse, ni tampoco rebajar tratamientos antihipertensivos sin consultar al profesional apropiado.
Quienes padecen de estas bajadas de tensión han de tener cuidado al levantarse del sofá o de la cama y nunca hacerlo bruscamente, ya que se puede producir una hipotensión ortostática y dar lugar incluso a un desvanecimiento que puede provocar lesiones al golpearse contra el suelo o el mobiliario.
5.- Tonificar la circulación. También con el calor suelen agravarse ciertos problemas circulatorios, como las varices, las hemorroides, etc. Lo más conveniente es tomar alguno de los muchos productos que ayudan a reforzar y tonificar la circulación. Para ello es conveniente consultar a profesionales cualificados para evitar interacciones medicamentosas con a medicación de base que tenga la persona. También podemos realizar algunas técnicas hidroterapias tonificadoras, como por ejemplo el Baño Vital o los Chorros Frescos en las piernas.
7.- Evitar el agotamiento. He conocido a quienes vuelven más cansados de las vacaciones que cuando las iniciaron. Suele ocurrir porque no siempre descansamos lo suficiente. Experimentamos cambios de ritmo de sueño, cambios en la ingesta, realizamos transgresiones dietéticas, llevamos a cabo excesos deportivos, etc. Y todo ello tiene sus consecuencias. En este caso el antídoto tiene que ver con el sentido común y la capacidad para conocer nuestros límites y no traspasarlos demasiado.
Resumiendo podría decir que, de cara al verano, disfrutar es muy importante, pero aprender a hacerlo de una forma saludable lo es mucho más.
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