Cuando un paciente presente multitud de síntomas, ¿por cuál de ellos debemos comenzar el tratamiento? Dentro de la doctrina homeopática existe un concepto muy importante que se denomina “lo digno de curar”, el cual hace referencia a aquellos síntomas nucleares de la persona que habrá que tratar para restaurar la salud. Pero hoy quiero abordar dicha noción desde un punto de vista diferente, no desde la homeopatía sino desde la Sofrodynamia®.
Desde este último punto de vista, ¿qué es lo verdaderamente digno de curar en un ser humano? Unos dirán que los síntomas físicos, ya que el dolor o el quebrantamiento del cuerpo son aspectos que generan mucha aflicción y numerosas limitaciones. Otros pensaran que son las emociones o cualquier otro síntoma mental, porque consideran al sufrimiento psíquico con un rango superior al sufrimiento físico. Aunque, posiblemente, la mayoría diría que ambos aspectos son importantes y, por tanto, dignos de curar. Pero si entendemos la salud como un proceso íntimamente relacionado con el desarrollo humano, a todo lo anterior habría que añadirle un tercer elemento que también es digno de curar: el Espacio Interior.
El Espacio Interior es un espacio de consciencia sutil y muy sutil, libre de los condicionamientos de nuestros pensamientos, creencias y emociones. Es el aspecto más puro y elevado del ser y, de alguna manera, podría decirse que es lo esencial de cada ser humano.
En numerosos post de este blog se han compartido diversas propuestas para mejorar la salud del cuerpo, de la mente y del Espacio Interior (tienes la opción de consultarlos si sientes curiosidad por estos temas). Pero ahora quisiera centrarme en detallar los cinco consejos que considero fundamentales y que se relacionan al mismo tiempo con las tres dimensiones del ser humano.
Los cinco consejos sanadores que me gustaría compartir son los siguiente:
1.- Ten presente que las bases de cualquier trabajo más elevado son el cuerpo, la respiración y la mente en calma. Cada uno de estos tres elementos se conecta con los demás y se influyen mutuamente de forma sistémica. Como propuesta para trabajarlos todos te diría que la práctica de la meditación focalizada en el momento presente, junto con la experiencia del silencio y la práctica de la respiración consciente son herramientas de muy alto valor.
2.- Recuerda también que somos seres globales, es decir, formamos un todo y no un conjunto de partes. Por tanto, la salud y la enfermedad, forman parte de nuestra manera de manifestarnos en este mundo. No podemos, pues, excluir la enfermedad de nuestra vida incluso cuidados mucho, pero sí que podemos aprender a transformarla positivamente. Somos seres potencialmente enfermables, lo cual quiere decir que es importante saber qué hacer cuando la enfermedad aparece.
3.- El pasado pesa mucho, tanto si aparece de forma consciente como si actúa entre las penumbras de nuestro inconscientes. Para sanar el Espacio Interior necesitamos liberarnos de los lastres del pasado, dejar atras el “ser viejo” que nos limita y permitir el nacimiento de un “nuevo ser humano” libre y sin hipotecas. Andar ligeros de equipajes es el mejor modo de transitar cualquier camino.
4.- Los errores forman parte del proceso de desarrollo humano. Recriminarse insistentemente o culparse por ello no es una buena estrategia. Recuerda que la culpa no suele ser una buena consejera. Nadie pretende equivocarse, sin embargo el error aparece en nuestras vidas aunque no lo queramos. Asume, pues, los errores y considéralos como oportunidades privilegiadas para el aprendizaje. Sustituye la culpa por la compunción, que es el estado mental que se genera cuando asumimos nuestros fallos, sentimos un cierto dolor por ello y nos comprometemos a cambiar y a corregirlos.
5.- Ten siempre presente tus metas más altas, así como tus más elevadas aspiraciones en la vida. Recuerda que estamos llamados a expresar todo nuestro potencial. No es una tarea sencilla, pero es la mejor opción para quienes desean vivir una vida significativa.
Soy consciente de que lo anteriormente expuesto no son cosas sencillas de lograr, ni recetas fáciles y rápidas como gusta a algunas personas, sino que son estrategias complejas y completas para ser entrenadas y trabajadas. Ne existe una fórmula mágica, fácil y rápida para lograr objetivos de alto nivel. Por eso, cada uno de estos puntos resumen toda una línea de trabajo personal que requiere tiempo, esfuerzo y un buen manual de instrucciones para avanzar con seguridad. La metodología sofrodynámica constituye dicho manual, y hasta el momento presente, ha ayudado a muchas personas a descubrir, experimentar y sanar todo aquello que es digno de curar: cuerpo, mente y espacio interior.