Los rituales neuróticos

ritual neurótico

u Cuando no controlamos la tensión interna tenemos un problema

Muchas personas pretenden que la vida transcurra como ellos habían previsto. Sin embargo, unas veces sucede y otras no. También existen otros sujetos que viven permanentemente preocupados por la posibilidad de que puedan suceder cosas que ellos no controlan.

 

Cuando las cosas suceden de un modo diferente al que se espera o suceden cosas no previstas, se suele generar una tensión que, si no es convenientemente resuelta, podrá dar lugar a un conflicto. Hay quienes piensan que una neurosis no es más que la discordancia entre nuestras expectativas y la realidad.

En condiciones normales, los seres humanos tratamos de evitar el dolor (físico o moral), de tal manera que, cuando éste aparece, siempre se acompaña de un bloqueo respiratorio y de un aumento de la contracción muscular. Ambos mecanismos están diseñados para amortiguar la sensación displacentera, es decir, funcionan como una especie de anestésicos fisiológicos, ya que, de algún modo, hace que sintamos menos.

Dichos mecanismos fisiológicos de defensa son útiles para experiencias breves y limitadas, pero cuando se transforman en un patrón habitual de respuesta que afecta a nuestra conducta habitual, nos producen más daño del que trataban de evitar.

Y esto es así porque dan lugar a que elaboramos estrategias de evitación por medio de ciertos rituales de conducta. A estos rituales, cuya finalidad inicial es tratar de evitar la tensión o el dolor, los denominamos rituales neuróticos. Cada uno tenemos los nuestros, muchas veces no conscientes.

Por tasnto, un ritual neurótico no es más que el intento de evitar una sensación angustiosa que el sujeto es incapaz de gestionar de otra forma.

El asunto es que, una vez se consolidan en el tiempo, dichos rituales generan más tensión y sufrimiento del que en un principio trataban de evitar.

Un ritual neurótico aparece, pues, por un desequilibro entre tensión que sentimos y los recursos disponibles para afrontarla, y, a veces, llegan a ser tan molestos para la persona que le generan una gran infelicidad.

Los rituales neuróticos pueden derivar en diferentes tipos de conducta, como por ejemplo las de evitación (evitar salir, conducir, estar en lugares abiertos, etc.)

curar neurosis

Existen diversas estrategias para mejorar nuestras tensiones emocionales

También puede dar lugar a que se implanten conductas de tipo repetitivo o incluso conductas compulsivas (aquellas que la persona experimenta como un fuerte impulso y que si no se realizan hace que el sujeto se sienta mal).

 

El ritual neurótico también va acompañado de ciertos temores. Temor a que se repita la sensación desagradable, temor a perder el control, temor a que algo malo vaya a pasar, etc.

En muchos casos, la persona siente que la conducta que realiza no tiene sentido o incluso duda de si está haciendo bien, lo cual le genera una nueva tensión añadida.

Para abordar esta limitación, en el Entrenamiento Sofrodynámico, utilizamos dos grandes estrategias: 1) Aprender a disminuir las tensiones, 2) Aumentar los recursos de afrontamiento.

Y como su propio nombre indica, estamos hablando de un entrenamiento, es decir, algo a lo que hay que dedicar tiempo y esfuerzo, no de una receta mágica de rápida y sencilla aplicación.

Quienes han llevado a cabo dicho entrenamiento pueden atestiguar el modo en el que sus vidas han cambiado al ir adquiriendo nuevos recursos al tiempo que mejoraban su potencial y realizaban una mejor gestión de sus tensiones.

 

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