Diez reflexiones para mejorar la vida

Si entendemos la salud como “el arte de vivir en plenitud”, entonces cualquier acción que realicemos en orden a mejorar, no sólo los aspectos biológicos sino también todo lo referente a nuestros pensamientos, emociones, relaciones con los demás y gestión del estrés, formarán parte de los ingredientes necesarios del menú más apropiado para lograr disfrutar de una vida mejor.

Desde el punto de vista de la Sofrodynamia®, la salud y el bienestar están íntimamente relacionados, lo cual quiere decir que la salud es mucho más que la mera ausencia de enfermedad.

Promover la salud sería, pues, sinónimo de cultivar el “arte de vivir en plenitud”. Y eso significa adiestrarse en el desarrollo de ciertas herramientas que mejoran y unifican el plano físico, metal, emocional, espiritual y relacional.

Por desgracia, a lo largo del camino también encontramos muchas personas que son especialistas en el “arte de sufrir”, es decir, la práctica de diferentes conductas que promueven pensamientos, emociones y actitudes que generan más sufrimiento del que les gustaría. Esta actitud no es nada saludable ni, por supuesto, aconsejable. La buena noticia es que podemos revertirla, siempre que el sujeto así lo desee, mediante el entrenamiento y las enseñanzas adecuadas.

Con la intención de ayudar a todas aquellas personas que desean vivir mejor, os dejo una serie de reflexiones que no son verdaderas ni tampoco falsas, sólo son propuestas que te invitan a profundizar en la “indagación interior”, para que tú llegues a tus propias conclusiones.

Estas reflexiones son la siguientes:

1.- Recuerda que la vida es dinámica. Diariamente se abren unas puestas y se cierran otras. Presta, pues, atención a aquellos acontecimientos que suceden, ya que ellos te indicarán el camino por el que habrás de transitar y, también, aquel otro que debes evitar.

2.- Acoge el silencio como una oportunidad para el autoconocimiento. Por tanto, no hables demasiado, así evitarás perderte en el laberinto de tus propias palabras.

3.- Observa cualquier  evento que acontezca en tu vida con mirada curiosa y con el deseo de aprender de ello, porque cualquier situación puede utilizarse como un recurso de aprendizaje si realmente tienes esa disposición a aprender.

4.- Aprovecha cualquier momento o situación para practicar. Toda la vida es un campo de aprendizaje y cualquier momento es adecuado para entrenar dichos aprendizajes.

5.- No te exijas más de lo que puedes soportar, ni tampoco te cargues más de lo necesario. Permítete soltar el lastre de tu pasado, así como las cargas que no te pertenecen en el presente y tus ansiedades por el futuro.

6.- En ningún momento pierdas de vista tus aspiraciones y tus metas de más alto nivel, porque ellas te ayudan a mantener el rumbo cuando tus experiencias vitales sean complicadas o difíciles. Serán como faros en medio de la oscuridad.

7.- Permítete explorar tu mundo interior sin miedo a lo que encuentres. Es ahí donde realmente reside el Ser Interior, que es nuestra verdadera naturaleza.

8.- Acude con frecuencia a visitar esos remansos de silencio y de paz interior que todos poseemos. Yo lo llamo “Visitar el Santuario”.

9.- Que tus palabras sean congruentes con tus acciones y tus acciones con tus palabras.

10.- Busca en todo momento disfrutar con aquello que haces y desarrollar una mirada benevolente y un corazón compasivo.

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