Me reconozco una persona con suerte, pero no en los juegos de azar que no me han tocado nunca, sino por las personas que he podido encontrar a lo largo de mi vida. Yo entiendo la vida como un triple encuentro. El primero con nosotros mismos a través del autoconocimiento. El segundo con los demás mediante nuestra acción en el mundo y el intercambio emocional; y el tercero con el aspecto trascendente de la existencia que nos abre a la dimensión espiritual del ser.
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