En cierta ocasión me dijo un paciente –¡Hola, vengo a ver si usted me cura!-. Le miré fijamente y le contesté –pues hasta ahora no he curado a nadie-. Por la cara que puso estoy seguro que debió pensar “¿a qué clase de loco he venido?”. Pasado ese shock inicial, le aclaré –mi misión no es curar a la gente, sino indicarle qué han de hacer para curarse. Eso quiere decir que son los propios pacientes los que se curan, son los responsables de su salud, yo, simplemente, me limito a señalarles el camino”. En ese momento cambió el gesto y proseguimos la entrevista con total normalidad.
El día que tengamos claro que cada uno de nosotros, y no los demás, somos los responsables de cuidarnos y mantenernos en salud, habremos dado el primer paso para lograr una vida mas armónica y exitosa.
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