La mirada del corazón

Mirada del corazón

La «mirada del corazón» nos permite percibir el mundo de diferente forma

¿Cómo veríamos el mundo si tuviéramos la capacidad de acceder a él desde  una mirada diferente a la habitual?

Siempre me ha interesado conocer la forma de mirar el mundo más allá de los ojos físicos. Tal vez por eso me he preguntado muchas veces acerca de cómo desarrollar la mirada que surge del corazón.

La mirada del corazón es una mirada limpia y benevolente, libre de prejuicios y capaz de captar lo que los seres y el mundo son y no lo que parecen ser.

Lo anterior no es algo para ser leído, sino para ser practicado. Es una de las consecuencia que surgen cuando te implicas en un camino hacia el desarrollo, en un camino de una búsqueda interior, en una senda que nos lleva hacia las zonas más profundas, desconocidas y, al mismo tiempo, sagradas de nosotros mismos.

Fruto de esa búsqueda, una vez escribí a siguiente reflexión:

“La mirada benevolente, aquella que surge del corazón, no es una mirada corriente sino el modo más refinado, amoroso y sutil de contemplarnos a nosotros mismos y a los demás”.

Creo que dicha frase condensa la verdadera esencia de la llamada “mirada del corazón”. Pero una vez definida, me pregunto, ¿es posible aprenderla o desarrollarla?

La “mirada del corazón” es una forma de aproximarnos a la realidad no desde los sentidos ordinarios, sino desde nuestro Mundo Interior. Es, pues, la mirada con la que el Ser Interior capta lo que le rodea.

Cuando practicamos la mirada interior, no sólo accedemos a los contenidos sino también a nuestros procesos mentales. Sólo cuando somos capaces de conocer nuestros procesamientos mentales es cuando somos capaces de realizar los cambios más profundos en nuestra vida.

el zorro y el principito

Por fin el zorro desveló su secreto al Principito

Normalmente estamos desconectadas de ella, porque solo vemos con los sentidos y juzgamos con la razón, pero si recordamos el misterio que el zorro reveló al Principito, “no se percibe bien con los sentidos ordinarios sino con el corazón”. Pero lamentablemente, la mayoría de las personas no son capaces de percibir las cosas mas que en su superficie, en las apariencias. Difícilmente llegamos a captar lo que se encuentra más allá de lo que se nos muestra a los sentidos ordinarios.

La “Mirada del corazón” es la que nos permite captar la verdadera realidad, trascendiendo lo que los fenómenos “parecen” ser.

Desde el punto de vista común, sabemos que los seres humanos percibimos el mundo a través de los sentidos, ya que nuestro sistema nervioso está diseñado para ello. Un sistema sensorial en condiciones de normalidad nos permitirá captar el mundo exterior de la forma más nítida posible. Una vez dichas informaciones llegan a nuestro cerebro son interpretadas en función de nuestro modelo mental para crear una compresión sobre lo que sucede por ahí afuera. Esta es la manera habitual en la que nos relacionamos con el mundo.

Sin embargo, se dice que cuando una persona alcanza la autorrealización, una de sus características sería la de distinguir entre lo real y lo aparente, es decir, la de desarrollar la “mirada del corazón”.

Por eso, para quienes han emprendido el camino del desarrollo, en la medida que vayan avanzando, descubrirán que se incrementa su capacidad para percibir  lo qué se esconde más allá de los ojos del cuerpo ven. Es decir, serán capaces de ver con ·”los ojos del alma”.

Lo sepamos o no, es con esta mirada, “la mirada del corazón”, con la que  deberíamos dar significación al mundo, y con la que deberíamos miramos, también, a nosotros mismos.

Un pensamiento en “La mirada del corazón

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