El Reishi o Ganoderma lucidum es un hongo que crece como parásito en una gran variedad de árboles tanto en zonas boscosas del norte de Asía como en zonas tropicales y templadas de Norteamérica, Sudamérica, África y Europa.
En China es altamente apreciado, siendo considerado como “el hongo de la inmortalidad” debido al gran número de propiedades curativas que posee. Se ha venido utilizando en la Medicina Tradicional China como un medicamento por más de 4.000 años, siendo por tanto una de las setas con usos terapéuticos más antiguas que se conoce.
Contiene terpenoides amargos que inhiben la liberación de histamina, polisacáridos y una serie muy importante de principios bioactivos (gonadosterona, ácido oleico, lecitinas, etc.) que le confiere unas propiedades medicinales muy interesantes, que van desde el campo de las reacciones alérgicas, a la oncología, pasando por su utilización como adaptógena, antiparasitaria, antiviral, hipotensora, antiagregante plaquetario, así como efectos significativos sobre el control del azúcar y colesterol.
Últimamente están apareciendo numerosos estudios de laboratorio que ponen de manifiesto efectos antineoplásicos ante diversos tipos de cánceres, propiedad ésta reconocida incluso por la OMS. También se ha comprobado el efecto beneficioso para reducir los efectos secundarios tanto de la quimioterapia como de la radioterapia.
En nuestro medio suele consumirse en forma de cápsulas, tabletas o viales, tanto solos como formando parte de una mezcla con otros hongos.
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