“Somos seres para el encuentro, y tras cada encuentro surge un vínculo, unas veces próximo y otras distante. Pero existe una conexión indeleble que permanece más allá del tiempo y la distancia. No surge por las palabras, ni tampoco por las acciones, sino que nace, poderosa e imperecedera, cuando el lazo se establece corazón a corazón” (ANF)