“Cuando una mente es rígida, aquello que cree es tan inamovible que parece que le molesta que la realidad le demuestre lo contrario, pero, por el contrario, la mente de alguien que crece no tendrá problemas en cambiar sus creencias cuando la vida le enseña otra cosa. Eso marca la diferencia entre estancarse o avanzar” (ANF)