“El corazón es una víscera a la que además de la función circulatoria en la que funciona como una bomba aspirante-impelente, se le atribuye también una significación netamente emocional. Metafóricamente es el órgano del amor, y en Medicina Tradicional China se piensa que es la residencia del Shen o consciencia.
Anatómicamente es una estructura muscular dotada de varias válvulas que regulan el flujo sanguíneo entre sus distintas cavidades y un sistema eléctrico de excitoconducción encargado de regular el ritmo de sus latidos.
El estado de salud del sistema cardiovascular, corazón y los vasos sanguíneos, influye directamente sobre la salud general del organismo, ya que va a estar relacionado con el ritmo de envejecimiento de los demás órganos de nuestro cuerpo, ya que es el sistema cardiovascular el encargado de aportar el oxígeno y los nutrientes s a todas las demás vísceras y tejidos de nuestro corporalidad.
El envejecimiento de corazón y los vasos sanguíneos se produce debido a factores genéticos y también en parte a otros relacionados con el estilo de vida.
Dicho envejecimiento produce que los vasos sanguíneos se hagan más estrechos y rígidos, y que el corazón disminuya su contractilidad y elasticidad, con o cual se pierde eficacia y se aportará un menor volumen sanguíneo a los demás órganos.
Se calcula que a los 65 años hemos perdido entre el 30-40% de la capacidad aeróbica comparado con un adulto joven.
Para mantener un sistema cardiovascular en el mejor estado de salud posible, los factores que hemos de tener en cuenta respecto a nuestro estilo de vida son:
- Ejercicio moderado y continuo
- Control del estrés emocional y practicar relajación
- No fumar
- Procurar un buen descanso nocturno
- Mantenerse en el peso adecuado
- Alimentación apropiada
- Control del colesterol y los triglicéridos
- Controlar la tensión arterial
- Moderar el consumo de sal” (ANF)