Lo que lamamos fibra en alimentación humana está constituida por un conjunto de macromoléculas de origen vegetal, principalmente polisacáridos y ligninas, no digeribles por los enzimas digestivos humanos.
Los células vegetales poseen un citoesqueleto que puede ser fermentado por las bacterias entéricas y adquieren características dispares según la especie de procedencia.
Hace u tiempo, la fibra se clasificaba en: a) fibra dietética; b) fibra cruda (obtenida tras el tratamiento de vegetales con álcalis o ácidos); y c) la fibra vegetal.
Más modernamente, esta clasificación se ha sustituido por Fibra soluble y Fibra Insoluble.
La Fibra Insoluble junto con el agua forma mezclas de baja solubilidad y sirve como nutriente a las bacterias entéricas. Está formada por celulosa, hemicelulosa, lignina y almidón resistente. Su principal efecto es desintoxicante, limpiador de desechos adheridos a la pared intestinal y voluminizador de las heces. Su ingestión diaria previene el estreñimiento.
Respecto a la Fibra Soluble (inulina, pectinas, gomas y fructooligosacaridos), se puede decir que capta mucha agua y forma geles viscosos que retardan el vaciamiento gástrico, enlentecen la absorción de grasas y azúcares, fermentan en el colon por acción de la flora intestinal y aumenta el volumen fecal disminuyendo su consistencia. Predomina en legumbres, cereales, avena y frutas.
EFECTOS BENEFICIOSOS DE LA FIBRA SOBRE LA SALUD:
1.- Prevenir el estreñimiento por su acción laxante: Mediante la retención de agua y aumento del bolo fecal, favoreciendo el peristaltismo intestinal y disminuyendo el tiempo de tránsito intestinal.
2.- Sobre el metabolismo de azúcares y grasas: Gracias a la producción de ácidos grasos de cadena corta actúan sobre la liberación de insulina y el control hepáticos de la glucogenolisis, suprime la síntesis de colesterol y reduce los niveles de LDL y triglicéridos.
3.- Eliminación fecal de sales biliares: La fibra aumenta la excreción fecal de sales biliares y disminuye su reabsorción intestinal, por lo que disminuye los niveles de colesterol y la litogenicidad de la bilis.