La cúrcuma (Cúrcuma longa) es una planta perenne con rizomas ampliamente ramificados, propia de climas cálidos y húmedos. Su extracto de color amarillo se usa en la cocina hindú desde tiempos antiguos formando parte del tradicional curry. En occidente, de manera culinaria, se comercializa como aditivo alimentario (E-100) para colorear ciertos guisos.
Hoy día ha pasado a ser mundialmente conocida por los beneficiosos efectos que a dosis terapéuticas producen en el organismo. Entre sus componentes destacan los curcuminoides, y de ellos, sobre todo, la curcumina, responsable de muchas de las acciones de esta planta. Posee también aceites volátiles y zingibereno junto con azúcares, proteínas y resinas diversas.
Tradicionalmente se ha venido utilizando para tratar cuadros digestivos, dispepsias, meteorismos, flatulencias y digestiones lentas. Posee también propiedades antiulcerosas y estimulantes de la secreción de jugos pancreáticos. Sobre el hígado presenta una acción protectora además de ser colerética y colagoga. Facilita la digestión de las grasas y ayuda a reducir el colesterol y los trigliceridos
Recientemente se ha comprobado en investigación de laboratorio que contribuye a aumentar el crecimiento de las neuronas y de las células del hipocampo en ratas a las que se administraba un extracto de cúrcuma. Y se ha comprobado, también, un cierto efecto antidepresivo.
Además, hoy día se han descubierto importantes efectos antioxidantes, antinflamatorios y sobre el sistema inmunitario. Pero lo más destacado de todo es su acción anticancerígena demostrada, lo que le ha llevado a ser una de las plantas más populares últimamente.
Su mecanismo de acción es complejo y diverso, pero podríamos resumirlo como sigue:
- La curcumina inhibe la COX-2 (ciclooxigenasa-2), substancia de la que dependen los procesos de tipo inflamatorio
- Inhibe la acción del Tromboxano A2, el cuál es una de las substancias implicadas en la migración de las células endoteliales y también en la angiogénesis tumoral, fenómenos estos que favorecen el desarrollo de las metástasis y el crecimiento tumoral
- También inhibe la 5-lipoxigenasa responsable de la síntesis de los leucotrienos, los cuales están relacionados con patologías como el asma, las coronariopatías o la arteriosclerosis, entre otras
- Posee una actividad antioxidante al desactivar los radicales hidroxilos y los superóxidos, protegiendo el ADN celular del daño oxidativo con mayor eficiencia que otros antioxidantes
- Evita el daño producido por xenoestrógenos (substancias artificiales que una vez ingresan en el organismo imitan el efecto de los estrógenos naturales)
- Induce la apoptosis celular (“suicidio” de las células cancerosas) y limita el crecimiento de los tumores por inhibición de la ProteinKinasa C
- Potencia la acción del citocromo P53, también llamado “guardián del genoma” por su acción protectora sobre le ADN, además de que el gen P53 es un supresor tumoral
- Bloquea TNF-alfa (Factor de Necrosis Tumoral alfa) y otras citoquinas proinflamatorias
- Modula el NF-KappaBeta (Factor de Necrosis Kappa Beta), el cual juega también un importante papel en reacciones inmunitarias, inflamatorias y oncológicas.
A pesar de todas sus bondades y la práctica ausencia de efectos secundarios, hay que tener en cuenta que una cosa son las dosis culinarias del producto y otra bien distinta la dosis terapéutica del mismo.
Por otro lado, existe la creencia de que los productos de origen natural son inocuos o no producen efectos secundarios, algo bastante extendido a la par que erróneo.
Por tanto, en este, como en otros muchos casos, es conveniente tener en cuenta que puede interferir con determinados medicamentos, por lo que la valoración de un profesional es lo más conveniente.
La cúrcuma, al retardar la coagulación de la sangre, interfiere con los anticoagulantes orales y los antiagregantes plaquetarios, por lo cual no debe ser utilizada en cantidades terapéuticas en pacientes que tomen Sintrom®, Plavix® o productos similares. Por esta misma razón se ha de cuidar su uso en pacientes quirúrgicos.
Tampoco es conveniente utilizar la cúrcuma en dosis terapéuticas durante el embarazo ya que podrían presentarse menstruaciones o estimular el útero precozmente.
Aquellas personas con cálculos biliares han de tomarla con precaución por el riesgo de que dichos cálculos se desplacen y pudieran dar lugar a una obstrucción biliar o un cuadro de pancreatitis.
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