A lo mejor no sabemos tanto del estrés

Estrés, ese desconocido

A lo mejor el estrés es algo menos conocido de lo que pensábamos

Desde hace unos días, en los plácidos momentos de la sobremesa veraniega con amigos y familiares, esos momentos en los que animados por la cervecita y el tinto de verano se nos suelta la lengua más de lo habitual y nos ponemos a charlar de cosas diversas, unas veces profundas, otras mundanas; esos momentos en los que arreglamos el mundo en un pis pas con unas cuantas ideas facilonas o en las que nos ponemos al día de la vida de personas a las que hace tiempo no hemos visto. 

Justo durante estos fluidos intercambios de información, me he enterado de como algunas personas conocidas que han tenido algunos problemas de salud de cierta gravedad en los últimos tiempos.

Al preguntar por algún detalle más del asunto, la respuesta ha sido la misma, “es que el pobre está muy estresado con el trabajo”.

Este comentario me ha llevado a plantearme alguna cuestión acerca del estrés, su significado, los mecanismos por lo que nos afecta y la manera de cómo prevenir sus consecuencias de una forma eficaz.

Todos hemos escuchado hablar del estrés. Es una palabra bastante conocida y seguro que nadie te dice eso de “¿estrés?, ¿qué significa?”

Es un término sobradamente empleado por la mayoría de las personas, pero a la vista de los comentarios que escucho al respecto, me doy cuenta de que todavía el desconocimiento que existe al respecto es más grande de lo que cabría esperar y desear.

Cuando las palabras son conocidas se corre el peligro de que creemos que sabemos todo al respecto, lo cual puede ser bastante perjudicial en casos como el que expongo.

Porque creerse que conocemos bien el estrés, cuando no es cierto, conlleva un gran peligro, ya que podremos sufrir su consecuencias sin que sepamos por qué hemos llegado hasta ahí, ni tampoco tengamos herramientas para su prevención.

Todos reconocemos una situación de alto impacto estresógeno, tales como un accidente, una enfermedad, una pérdida familiar, una contingencia en el trabajo, etc. Pero pocos somos conscientes de esa especie de “gota malaya” que supone el ritmo de vida actual para la mayoría de las personas.

Cuando les pregunto a mis pacientes sobre si se sienten estresados o no, muchos responden, ¡no, no tengo problemas!, sin darse cuenta de que puede existir una alta carga de estrés en la vida diaria, aunque no tengamos problemas.

Cómo afecta el estrés

Además de las formas habituales hay otras maneras en las que nos afecta el estrés

Confundir estrés con problemas o con tener prisa, suele ser un error bastante habitual.

Es frecuente que no nos demos cuenta de que el estrés nos está afectando hasta que ya es demasiado tarde y, en lugar de prevenir, lo único que podemos hacer en este caso es afanarnos en tratar el daño que dicho estrés está produciendo ya.

Parece que, hoy día, plantear un curso o un taller sobre gestión del estrés es poco atractivo, como si estuviera pasado de moda, porque se ha hablado tanto de ello que la mayoría de las personas creen que no necesitan dicho adiestramiento porque ya se lo saben.

Sin embargo, por lo que veo durante mi trabajo y por lo que oigo durante las vacaciones, me lleva a pensar que estamos bastante lejos de gestionar el tema del estrés de una manera apropiada.

Así que, aunque parezca pasado de moda, seguiré insistiendo en los cursos y talleres que imparto sobre la gestión apropiada del estrés.

Y ahora que próximamente emprenderé la aventura de la enseñanza online, espero aportar mi granito de arena para mejorar la salud de aquellos que estén en disposición de aprender las estrategias más importantes para hacer frente a esta especie de epidemia del siglo XXI que, aunque no lo sepamos, afecta no sólo a la mente o al ámbito emocional sino también a todos nuestros órganos, aparatos y sistemas.

Ojalá que dicho trabajo pueda servir para prevenir las consecuencias del estrés diario y, sobre todo, para mejorar la salud y la vida de aquellos que decidan aprender sobre ello.

4 pensamientos en “A lo mejor no sabemos tanto del estrés

  1. Bonito trabajo Armando , siempre buscando la raíces de las enfermedades o de la infelicidad
    Pienso que el cambio de la sociedad nos ha abocado a muchos sin darnos cuenta donde nos hemos metido ESTRÉS
    Los medios audio visuales , el poder del dinero , la corrupción política
    La ambición de poder a travez del dinero , en fin….. Ya ha ocurrido
    A mi me parece bien tu idea y participaré en ella
    Se me ocurre una pequeña idea que por mi profesión creo que si las raíces de esa forma de vida , no puede llevar a ser infelices….. Seria
    Informarlo desde el nacimiento de los niños , hasta diría mas desde el embarazo. Si asesoramos si damos pautas sencillas practicas y continuadas los madres irán tomando nota y adiestrando su mente y cambiando su forma de vida para una mayor felicidad de sus hijos
    Así que empezar por ese camino, después las escuelas infantiles , el colegio ect Todo podrá ir cambiando
    Armando guíanos a los maestro!
    Gracias

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