Las personas mayores y los medicamentos

Woman taking medicine

Se considera que un adulto mayor es aquel que tiene más de sesenta y cinco años. Este grupo de personas es, afortunadamente, cada vez más abundante en nuestra sociedad, y eso significa que la esperanza de vida va aumentando año tras año, lo cual es una buena noticia. Pero también nos planeta nuevos retos y problemas que hemos de afrontar, si queremos que la duración e la vida vaya acompañada también de una mejor calidad de vida.

Desde el punto de vista meramente sanitario, este grupo de personas posee una serie de características especiales que habrán de ser tenidas en cuenta.  Una de ellas es que son el grupo de edad que más recursos sanitarios consume de toda la población, cosa bastante lógica ya que suelen ser los que sufren más patologías crónicas y suelen estar más polimedicados. Esto último, junto con la tendencia a la automedicación, hace que aumente mucho en este grupo el riesgo de padecer reacciones adversas por interacción entre los diferentes productos. Otra situación que suele afectar a dichas personas es cuando su memoria comienza debilitarse y no recuerdan si han tomado o no las pastilla, volviendo a repetir las tomas. Hay casos en los que se ha producido una sobredosis de un medicamento por esta razón. Todo ello ha dado lugar a que la tasa de hospitalización por efectos adversos de los medicamentos sea en las personas mayores cuatro veces más altas que en las personas jóvenes. 

A la hora de abordar cualquier problema de salud de las personas mayores hemos de tener en cuenta una serie de consideraciones que no siempre son suficientemente valoradas. Una  e ellas es que una persona mayor puede tener enlentecido el vaciamiento gástrico, lo cual incrementa el riesgo de la acción ulcerogénica de ciertos medicamentos frecuentemente utilizados en dicha población, tales como los antiinflamatorios, los anticoagulantes o los corticoides. Por otro lado, tienen también más tendencia a sufrir ciertos efectos como la distensión abdominal o el meteorismo.

Otros cambios que se producen en este grupo de edad es que suelen poseer menos agua tisular y un mayor depósito de grasa, lo cual da lugar a que se incremente la toxicidad de ciertos medicamentos como las benzodiacepinas (tranquilizantes) o la digoxina (medicamento de uso frecuente para los enfermos del corazón). Todo ello sumado a un menor metabolismo hepático y a una disminución de la eliminación renal, hace que los efectos indeseables de los medicamentos puedan aparecer con mayor frecuencia. 

Además de lo anterior, el panorama se agrava cuando la persona mayor, como antes indiqué, tiene la costumbre de automedicarse o la de tomar productos fitoterápicos, o cualquier otra clase de suplementos, sin el adecuado control por parte del personal sanitario competente. Esto es algo preocupantemente frecuente en nuestro medio.

En más de una ocasión me he encontrado con ciertos síntomas causados por el uso de productos de herbolario tomados sin el control apropiado, prescritos por la propia persona o por un vecino que lo toma, cuando no por una lectura de internet. Se sienten erróneamente amparados en la creencia de que al ser natural no les va a producir daño alguno. Craso error. Los medicamentos de origen natural pueden tener interacciones con otros productos farmacológicos; interacciones estas que han de conocerse y respetarse.

Si en cualquier persona es muy importante combatir la creencia de que lo natural es inocuo, en el caso de las personas mayores se torna algo mucho más necesario por todas esas características especiales que tienen dichas personas y que he esbozado sucintamente en lineas anteriores.

Buscar el producto apropiado para cada situación a la dosis y frecuencia más conveniente es algo que merece la pena tener en cuenta para no verse abocados a padecer efectos indeseables debido a interacciones medicamentosas.

Usar un medicamento (natural o sintético) que no es  el apropiado, o usarlo a dosis que no son correctas, o tomarlos por un tiempo que no es el que debiera, así como mantener más tiempo del debido aquellos productos que debían de haber sido eliminados, son los errores más frecuentes en la prescripción de las personas mayores. 

Si te encuentras en este grupo de edad o si tienes familiares o personas cercanas que lo están, procura asesorarte debidamente antes de comenzar a tomar cualquier producto que te hayan comentado, por muy natural que sea.

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