¡Estamos en primavera!, y a pesar del tiempo inestable y de las borrascas que van y vienen, el olor del blanco azahar de los naranjos, y otros aromas que compiten en fragancia, nos recuerdan la época en la que estamos.
Es un momento en el que contrasta la eclosión vital que podemos comprobar en la naturaleza con las frecuentes patologías de astenia, trastornos del sueño y cierta apatía que afectan a muchas personas en esta época del año. Para algunos, al primavera marca el comienzo del inicio de sus padecimientos, sobre todo para quienes padecen alergias de tipo polínico.
Iniciamos abril con la misma incertidumbre climática con la que abandonamos marzo. Algunos días al salir de casa no sabes si coger la manga corta y una rebequita o por el contrario un polar con un chubasquero y paraguas. Y esto ocurre aunque escuches atentamente las predicciones climáticas en varias cadenas de noticias.
Según parece, eso de las “predicciones meteorológicas” están muy bien para contarte el pasado, es decir, cuanto llovió ayer o la evolución de las temperaturas en el último siglo, pero no son tan eficaces para decirte si lloverá mañana, por lo que habría que poner entre comillas la palabra “predicción”.
Y si no, que se lo pregunten a las cofradías de Semana Santa que se atrevieron a sacar los tronos basándose en las mencionadas predicciones, y después tuvieron que volver precipitadamente a paso ligero hacia sus correspondientes refugios para resguardarse de esa lluvia que les habían asegurado no iba a caer.
Yo, que entiendo poco de estas cosas y que como predictor atmosférico fiable cuento con la valiosa información de mis maltrechas rodillas que me avisan días antes si viene una borrasca, quedo confundido muchas veces por los informes sobre el clima que nos llegan por unos y otros medios.
Hace poco he leído uno de estos informes que circula por internet con bastantes ínfulas de ser un documento científico, tanto en sus datos como en su metodología. Dicho documento se atreve a hacer predicciones sobre el clima entre 2070 y 2090. Yo me quedo “pasmao”, pero ellos lo hacen y se quedan tan panchos.
Claro que, como ya dije antes, en lugar de Meteosat y otros satélites maravillosos, sólo dispongo dos rodillas artrósicas, es por tanto normal que no pueda afinar tanto.
No obstante me quedo boquiabierto ante tanta ciencia y capacidad predictiva, porque cuando preguntas si lloverá este fin de semana, andan con posibles modelizaciones poco claras y te dicen aquello de que la Metereología no es una ciencia exacta.
Lamento mucho mi más que probable ausencia allá por el 2090, ya que no podré ni dar la razón ni desmentir a los autores de dichos artículos. Como posiblemente los autores tampoco estarán, pues creo que les resbalará mucho el que los futuros habitantes del planeta les ensalcen o los critiquen.
Desde pequeño siempre me gustaba oír al “hombre del tiempo” en la única cadena televisiva que por entonces disponíamos. Los de mi edad recordaran a uno de estos señores que dijo “si mañana no llueve en Madrid, me afeito el bigote”. Muchos supimos lo que había ocurrido en Madrid sin necesidad de que hablase, cuando al día siguiente se asomó a la pantalla sin bigote.
Hay una descripción predictiva sobre el tiempo que siempre me ha gustado mucho. Dice algo así como “nubosidad variable con posibilidad de chubascos dispersos que podrían ser de nieve en cotas altas”. No me digan que no es maravillosa la frase. Más o menos viene a decir que “puede que haga sol o no, y en caso de que haya nubes, igual llueve o igual no llueve, pero en el caso de que lloviese a mucha altura, entonces en lugar de agua podría ser nieve”. ¡Toda una antología sobre como no decir nada con bonitas palabras!
Esa maravillosa capacidad predictiva de la meteorología se parece mucho a la de algunos videntes cuando dicen “veo que tiene usted un asunto de papeles”, ¡pero quien puñetas no tiene un asunto de papeles en España!
Afortunadamente, es de esperar que con en transcurrir del mes el tiempo se vaya estabilizando y los días lleguen a ser realmente primaverales. Aunque, bien mirado, el refrán tradicional dice lo contrario, “en abril lluvias mil”. Veremos si el refranero tiene razón este año o no.
Es abril un mes festivo en muchos puntos ce España porque normalmente la Semana Santa suele caer a principios de este mes, pero este año ha sido bastante más madrugadora. Por otro lado, pronto estará Sevilla de plena celebración con su famosa Feria de Abril.
Pero también existen otras celebraciones menos conocidas, como el Día Mundial de la Salud, que se celebra el 7 de este mes. Aunque no es festivo debiera ser un día para recordar, ya que es la salud uno de los bienes más apreciados para los seres humanos.
Otras fechas significativas en este mes es el día 15, aniversario del nacimiento del gran Leonardo Da Vinci, sabio entre los sabios y arquetipos del personaje humanista y genio en diversas disciplinas.
Celebramos también en este mes el Día Internacional del Libro, promulgado por la Unesco desde 1995, y corresponde al aniversario del nacimiento de William Shakespeare y el día en el que nuestro más famoso escritor, Miguel de Cervantes, fue enterrado. Un día en el que el libro y la cultura son exaltados con distintos actos.
Un día antes, el 22, se celebra el Día Mundial de la Tierra. Son más de 6.000 los grupos en más de 184 países, los que forman parte de la red de trabajo y realizarán actividades en favor de la protección del medio ambiente, tanto a nivel local como mundial.
Se cierra el mes con una celebración centroeuropea de origen pagano en el que se realizaban rituales de fertilidad, la conocida Noche de Walpurgis, del 30 de abril al 1 de mayo. Según la leyenda, esa noche, brujas y hombres lobos se reunían en recónditos lugares para sus reuniones y rituales. Con el paso del tiempo, como sucedió en otras tantas celebraciones paganas, fue absorbida por el cristianismo y fueron perdiendo auge estas.
Sea como fuere, abril, con el inicio de la primavera y sus destacadas celebraciones relacionadas con la salud, la cultura y la protección al medio ambiente, nos propone dedicar unos instantes para que cada uno de nosotros nos hagamos un propósito o realicemos una pequeña tarea que aporte nuestro pequeño granito a esa red de vida que formamos los seres humanos junto al planeta que nos sustenta.
Feliz abril