Tradicionalmente hemos identificado el corazón con la parte emocional de la persona, con la calidez, mientras que al cerebro le asignamos las características más racionales o de mayor frialdad. Pero en la realidad no es del todo así. El corazón tiene su cerebro y el cerebro su corazón. Y no sólo eso, sino que dialogan entre sí constantemente.
Los conocimientos científicos actuales hablan del Eje Corazón-Cerebro como uno de los aspectos más interesantes para entender el comportamiento de los seres humanos ¿Qué significa esto?
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