A pesar de los avances sanitarios de los que disponemos hoy día, el ritmo de vida acelerado en el que vivimos las sociedades occidentales ha traído consigo numerosos problemas de salud. Y no sólo me estoy refiriendo a toda aquella patología física y mental relacionada con el estrés, sino que este estilo de vida ha contribuido de manera alarmante a la implantación de la llamada “comida rápida” o “Fast Food”. En nuestro medio estamos hablando de las hamburguesas, perritos calientes, nuggets de pollo, alitas de pollo, tacos, shawarma, congelados listos para freír, etc. Algunos nutricionistas han denominado a esta forma de alimentación como “comida basura”.
Sigue leyendo