“Hay quienes se creen poderosos porque poseen dinero o la fuerza de las armas. Eso no les da poder, sino la posibilidad de ejercer la violencia coactiva. El verdadero poder del ser humano emana de la conexión con su Centro Vital, lugar desde el que encontraremos la fortaleza y la estabilidad para superar los momentos difíciles y la capacidad para realizar acciones transformadoras al servicio de los demás” (ANF)