“Somos ricos en objetos materiales y, la mayoría de las veces, también en relaciones afectivas, pero todo ello es impermanente. Por tanto, saber disfrutar de lo que tenemos cuando todavía lo tenemos, al tiempo que aprender a decir adiós a lo que se nos va, sin aferrarse dolorosamente a la pérdida, se encuentran en la base de una vida estable y feliz” (ANF)