“Los alimentos que consumimos juegan un papel fundamental en nuestra salud. Esto parece estar claro hoy día. Pero a pesar de las evidencias científicas actuales, todavía no ha sido incorporado del modo que debiera a la práctica clínica de muchas especialidades médicas.
Así por ejemplo, tenemos que en el primer informe global sobre dieta y cáncer publicado en 1997 por el Fondo Internacional para la Investigación del Cáncer junto con el Instituto Americano para la Investigación del Cáncer, y en el que se evaluaron más de 4.000 estudios sobre dieta y cáncer, no deja lugar a dudas sobre la íntima relación entre ambos aspectos.
De tal manera es así que, según dicho informe, se estima que un cambio en la dieta puede reducir la incidencia global de cáncer entre un 30 y un 40 por ciento, lo que equivale a entre tres y cuatro millones de casos anuales en todo el mundo.” (ANF)