El aire, una medicina que nos ayuda a sanar

Dios Eolo, generando los vientos

Dios Eolo, generando los vientos

Decía el profesor Espinós, “Cualquier cosa que cura es medicina”, y desde tiempos ancestrales, los seres humanos hemos buscado en la naturaleza los medios apropiados para sanar.

La aparición de medicamentos cada vez más potentes, aunque no exentos de efectos secundarios y otros problemas, junto al incremento de los suplementos nutricionales cada vez más sofisticados y específicos, ha tenido entre otras consecuencias la caída en desuso de antiguas técnicas aplicadas por la Medicina Naturista con carácter higiénico, preventivo y terapéutico, por lo general bastante eficaces, al tiempo que carentes de graves complicaciones.

Uno de los llamados Agentes Naturales de Salud, de los que disponemos es el aire. Lo tenemos a nuestro alrededor y usarlo es especialmente barato.

Durante bastante tiempo, sobre todo en el siglo XIX, se prescribían los llamados “Baños de Aire”, efectivos para diversas dolencias, pero poco a poco fueron cayendo en desuso y en estos momentos prácticamente se utilizan sólo en algunos ambientes naturistas o higienistas y en ciertas clínicas reservadas a estos tipos de prácticas.

La verdad es que es una pena que esto sea así. Pienso que, independientemente de la dimensión terapéutica de esta práctica, los seres humanos vivimos en sociedades que se encuentran desconectadas del medio natural, y esta práctica tan sencilla como es “bañarse en el aire” nos ayudaría a reconectarnos con las energías que la naturaleza nos ofrece de forma generosa de tantos modos distintos.

Desde mi punto de vista, existe pues, no sólo una dimensión sanitaria en esta práctica sino también una oportunidad para permitirnos volver a experimentar las sensaciones de conexión física, emocional y espiritual con el medio ambiente que nos sustenta.

La técnica del uso del aire como agente terapéutico se conoce con el nombre de Eoloterapia, en honor al dios griego de los vientos Eolo.

A continuación describiré la técnica así como sus beneficios más frecuentes.

TECNICA

1.- Se recomienda realizarlo desnudo o semidesnudo (bañador o similar), y si es posible descalzos.

2.- Se realiza en movimiento, con un suave paseo o ciertos ejercicios físicos de suave intensidad.

3.- La mejor hora del día es por la mañana.

4.- Es conveniente realizarlos de espaldas al sol.

5.- La temperatura óptima que se recomienda es en torno a los 20º o un poco menos. Si se tiene frío es conveniente realizar ejercicios previamente para entrar en calor.

6.- La duración oscila entre 2 a 10 minutos, comenzando siempre de menos a más.

7.- Una vez realizado el baño de aire, posteriormente, nos abrigaremos bien durante unos 30 minutos para activar la reacción corporal.

8.- Se puede hacer en cualquier época del año, aunque es mejor cuando la temperatura lo permite y con un poco de sol.

BENEFICIOS

Los beneficios más frecuentes que podemos encontrar por la aplicación de esta técnica son:

1.- Tiene una acción suavemente depurativa cutánea ya que permite que la piel respire y elimine toxinas acumuladas en ella.

2.- Ligero efecto relajante y tranquilizante.

3.- Fortalece la piel y mejora su resistencia.

4.- Refuerza la vitalidad del organismo en términos generales.

5.- Mejora la circulación sanguínea.

6.- Regula el apetito.

Os invito a que en algún momento apropiado lo experimentéis y compartáis vuestras experiencias

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  1. Pingback: El elemento fuego y su uso terapéutico | Sofrodynamia® y Salud

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