Cuando en algún lugar he tratado de explicar los beneficios de la práctica del “Qi Gong para la Salud”, con cierta frecuencia me han preguntado acerca del significado de dicho término, ya que QI Gong (pronunciado Chi Kung) es una palabra china, la cual es desconocida para muchas personas.
A veces, debido al contexto en el que me encontraba o al poco tiempo del que disponía, solía optar por hacer un resumen excesivamente rápido y liviano acerca del significado de este término, ya que haberlo hecho de un modo más extenso me resultaba imposible. Así que aprovecharé ahora estas líneas para aclarar su significado con un mayor detalle.
Qi Gong es un término chino que podríamos traducir de modo simple y abreviado como “trabajar con la energía”, ya que Qi significa energía y Gong trabajo. Sin embargo, el verdadero significado de ambas palabras en la cultura china es mucho más profundo.
En primer lugar, Gong (pronunciado Kung) es algo más que trabajo. Gong significa realizar una actividad que requiere esfuerzo, tiempo, disciplina y dedicación. Desde este punto de vista, hemos de entender que la práctica del Chi Kung, si se quiere realizar con cierta profundidad, no se puede plantear como un tipo de aprendizaje rápido o superficial, cosa que en estos tiempos está tan de moda en nuestra sociedad, sino que requiere de una cierta dedicación paciencia, esfuerzo y constancia.
Como quiera que ofrecer en occidente algo con estas características de esfuerzo, disciplina, etc., es poco atractivo y mucho menos comercial, se suele optar por decir, Gong = trabajo, y ya está, disfrazando un poco el verdadero sentido que encierra dicho término.
En segundo lugar, la palabra Qi (pronunciada Chi) se refiere a la energía o fuerza
vital que inunda el universo y de la que participamos los seres humanos.
Para los chinos existen tres energías o fuerzas principales, es decir, tres tipos de Qi: el Qi del Cielo, el Qi de la Tierra y el Qi del Ser Humano.
El primero, el Qi del Cielo, están representado por el sol, la luna, las estrellas y el movimiento y cambios del universo.
El Qi de la Tierra lo forma la gravedad, el viento, el agua y la naturaleza que nos rodea.
El Qi del Ser Humano se compone de distintas formas de energía que circulan por nuestro cuerpo, unas de tipo prenatal: Yuan Qi, Jing Qi innato y Zong Qi; y otras de tipo postnatal: Jing Qi adquirido, Yong Qi y Wei Qi.
El Qi del Cielo influye en el Qi de la Tierra y ambos en el Qi del Ser Humano.
El Qi circula en nosotros por unas “vías o canales” que se llaman meridianos y que están conectados entre sí formando una red que se distribuye por todo el organismo, para así poder llevar Qi hasta la más pequeña célula de nuestro cuerpo.
Para conducirlo hasta los lugares apropiados existen 12 meridianos principales en cada mitad del cuerpo y otros 8 meridianos curiosos. Tanto la energía del Cielo como la de la Tierra están presentes en nosotros, y en nuestro cuerpo circula esta energía a través de los mencionados meridianos.
El Dr. Yang Jwing-Ming, en su obra “La raíz del Chi Kung chino”, asimila el Qi circulante a la llamada bioelecctricidad, la cual puede ser es detectada mediante diversos aparatos bien conocidos.
Los seres humanos, desde el punto de vista de la física, somos comparables a un campo electromagnético vivo. Dicho campo electromagnético posee la característica de ser influenciado por los pensamientos, los sentimientos, la forma de vida, las actividades que realizamos, los alimentos, el aire que respiramos, la energía natural y la energía antinatural que nos rodea.
Podría decirse, pues, que nos mantenemos en salud cuando poseemos un adecuado equilibrio de nuestra energía (Qi) que constituyen dicho campo, siendo la enfermedad justo lo contrario.
Según la Medicina Tradicional China, la “pila” que mantiene este circuito bioeléctrico en continuo funcionamiento es la mente, y en dicha concepción energética se postula la existencia de dos “cerebros” responsables del mantenimiento de todo este mecanismo.
Uno de ellos se sitúa en el interior de nuestro encéfalo, en concreto se refiere a la glándula pineal, mientras que el otro se sitúa en el abdomen, en la zona llamada Dan Tien Inferior, situada dos o tres dedos debajo del ombligo y un poco hacia el interior.
Entonces, qué podemos hacer de forma práctica para mantener nuestro cuerpo con la energía necesaria fluyendo debidamente.
En principio, es importante mantener los canales con poca resistencia al paso de la corriente, con poca grasa (ya que es un mal conductor), sin tensiones, ni bloqueos.
Además de ello, es fundamental una alimentación suficientemente sana, aprender a respirar adecuadamente, tener una actitud positiva ante la vida, realizar algún tipo de ejercicio que nos relaje, que desbloquee, que trabaje la atención y la concentración, la fluidez del movimiento, que movilice el Qi y que lo potencie, debido a que no sólo hay que fluidificar la circulación del Qi sino también aportarlo en cantidad suficiente.
Todas estas cosas son las que fomenta la práctica continuada de Qi Gong. Los ejercicios de Qi Gong orientados a la salud aportan un sistema de entrenamiento con miles de años de experiencia, a través del cual conseguimos fortalecer nuestra energía (Qi) y reequilibrar las perturbaciones que se producen debido a los diversos agentes patógenos internos y externos a los que estamos sometidos.
Espero que con esta breve explicación se haya comprendido mejor la verdadera dimensión del término QI Gong, que si bien, como dije al principio, podría traducirse simplemente como “trabajar con la energía”, en realidad encierra un significado mucho más profundo y complejo.
Me gustaría invitar a quienes hayan tenido experiencia en este campo a que compartieran sus experiencias.
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Es super intetesante el trabajar con la energia y ver los grandes beneficios que tiene para la salud son increibles,baja la presion sanguinea,lubera el stres,regula los niveles de azucar en la sangre,baja ça inflamacion de las articulaciones aliviando los dolores de la artritii
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