El cuerpo físico de cada ser humano requiere de los nutrientes apropiados para mantener la estabilidad de sus estructuras físicas y generar la energía necesaria para funcionar correctamente. Nutrir el cuerpo de forma adecuada es imprescindible para conservar la salud, pero ¿somos solamente un cuerpo formado por materia biológica o somos algo más?

Si crees que sólo somos pura bioquímica, habrás de aceptar también que existen aspectos menos materiales como los pensamientos, las emociones y otras actividades psíquicas. Entonces resulta lógico que, además de nutrir el cuerpo, se nutran también los aspectos psíquicos del individuo. La Medicina Tradicional China lo tiene muy bien estudiado y siempre se abordan estos aspectos a la hora de tratar las diferentes enfermedades.

Pero si eres de los que piensas que el ser humano es algo más que la  pura materia a través de la cual se manifiesta, entenderás la necesidad de nutrir  las diferentes dimensiones del ser de una forma global y completa.

De este último modelo surgió el concepto sofrodynámico de Nutrición Integral del Ser Humano (NISH). Así que, además de nutrir el cuerpo físico, habremos de atender a los nutrientes esenciales de los aspectos más sutiles, como es la psique y la dimensión energético-espiritual.

Queda claro que hemos de ingerir alimentos saludables en cantidad y calidad apropiada, así como mantener también una hidratación correcta. Pero además de esto, deberíamos aportar aquellos otros nutrientes que necesitamos para atender la NISH de forma conveniente. A continuación os comentaré tres de ellos. 

1.- Los olores. Es un nutriente fundamental y además es el estímulo con mayor impacto emocional de forma inconsciente, dando lugar a respuestas involuntarias. Un ejemplo muy conocido de ello es el Efecto Proust, llamado así en honor al escritor que relata en un pasaje de su obra “En busca del tiempo perdido”, los recuerdos que evocan en su mente el olor al mojar una madalena en té.

2.- La vibración sonora. El sabio Pitágoras y su escuela esotérica descubrieron algunos de los efectos de las notas musicales sobre las personas. Diversas Tradiciones Espirituales han hecho hincapié en el potente efecto generado por los mantras. Hoy día sabemos que existen sonidos que inducen estados de bienestar y que ayudan a elevar nuestro nivel de consciencia, conectándonos con estados superiores o permitiendo el acceso a niveles profundos de trance. En la actualidad existen diversos enfoques acerca del trabajo con el sonido, tales como el Healing Sounds de J.Goldman, El Efecto Tomatis o el Efecto Mozart de Don Campbell. 

3.- La vibración luminosa, es decir, la luz y el color es otro nutriente esencial del ser humano. Es el de nivel vibratorio más elevado y produce efectos muy potentes en el cuerpo, la mente y el espíritu. Existen diferentes aplicaciones terapéuticas de la luz y el color, tales como la cromoterapia o uso terapéutico del color, El Sun Gazing de Hiram Ratak Manek o la Helioterapia Visual directa de Omram Mikael Aivanov. También se han estudiado las visualizaciones con colores y los cambios que producen a nivel energético, biológico y vibracional.

Pero además de lo anterior, necesitamos también nutrirnos a través del  silencio interior, y del sentido del tacto (tocar y ser tocados), del gusto, de la dualidad movimiento-quietud. También es fundamental lo que nos aporta la respiración consciente y la práctica de los estados atencionales y meditativos para nutrir correctamente nuestro interior o, lo que sería lo mismo, para dar respuesta a los requerimientos de la Nutrición Integral del Ser Humano.