Parece claro que una cosa es la mente y otra el cerebro. También parece claro que ambos guardan una relación bastante estrecha entre sí. Pero lo que ya no tenemos tan claro es, exactamente, cuál y cómo se produce dicha relación entre ambos.
A propósito de esto, hace varias semanas le planteé a un grupo de alumnos la cuestión siguiente, ¿puede un cerebro enfermo albergar una mente sana? Sigue leyendo