“Cuando transitamos un largo camino es normal que necesitemos descansar. Pero en la vida, hay que saber distinguir entre tomar un descanso y dejarse arrastrar por la dejadez, la desidia o la falta de ilusión por los objetivos. Mantener presente nuestras metas, sin perder de vista nuestros propósitos más valiosos, nos servirá de ayuda en esos momentos en los que nos vemos sumidos en la tan contagiosa apatía que todo lo contamina.“ (ANF)