“Hablamos de compartir, pero muchas veces estamos tan ocupados que no podemos conceder nuestro tiempo. Además, tal vez las cosas no vayan bien económicamente y tampoco podamos aportar nuestro dinero. Pero no dejemos nunca de transmitir nuestra luz ni tampoco renunciemos a regalar esperanza, no hay una buena disculpa para no hacerlo.” (ANF)