Por Dª Gracia María Casado, Nutricionista y colaboradora del CMI Dr. Nougués
En esta época que comienza, es frecuente encontrar en consulta a personas que refieren síntomas como malestar, cansancio, decaimiento, somnolencia diurna, insomnio o sensación de sueño no reparador, dificultad de concentración, irritabilidad, disminución del apetito y la libido… con frecuencia estos síntomas que aparecen al llegar la primavera y van cediendo de forma espontánea a lo largo de la misma, se achacan a la llamada astenia primaveral.
Pero ¿qué es la astenia primaveral?
La astenia se define como una sensación continuada de fatiga y falta de vitalidad tanto física como psicológica, acompañada de pérdida de motivación e interés por el entorno. En primavera, son muchas las personas que comienzan a manifestar estos síntomas, y aunque no se conocen con exactitud las causas de este cuadro, parece ser que puede aparecer en relación a la adaptación de nuestro cuerpo al mayor número de horas de luminosidad, el aumento de las temperaturas que acompaña al cambio de estación, y una frecuente disminución de las horas de sueño.
¿Qué podemos hacer para prevenirla o disminuir la intensidad de los síntomas?
- Mantener horarios regulares de sueño y vigilia: con el cambio de hora, tendemos a acostarnos más tarde de lo habitual, el problema es que no siempre podemos levantarnos también más tarde, por lo que es importante intentar mantener 7-8 horas de sueño.
- Tomar cenas ligeras, al menos 2 horas antes de irnos a la cama: cenar mucha cantidad o comidas pesadas, y acostarse poco tiempo después, hará que la digestión interfiera con el sueño, disminuyendo la calidad del mismo.
- Ejercicio físico moderado: haciendo ejercicio liberamos endorfinas, que nos hacen sentir muy bien y nos estimulan, pero por este mismo motivo, no debemos practicar ejercicio cerca de la hora de dormir, ya que la estimulación puede interferir con el sueño. Se debe realizar unas horas antes de irnos a la cama.
- En cuanto a la dieta, es mucho lo que podemos hacer para combatir la astenia primaveral:
- Hacer un desayuno completo y equilibrado, que nos aporte energía para afrontar el día con vitalidad.
- Es conveniente evitar en nuestra dieta los alimentos que no nos aportan nutrientes esenciales, como las bebidas carbonatadas, bollería, comidas precocinadas…, y apostar por los cereales integrales, legumbres, frutas (buen momento para tomar toda clase de zumos hechos en casa con la ayuda de la licuadora/batidora) y verduras.
- Tomar un aporte extra de vitaminas y minerales, como por ejemplo a través de la levadura de cerveza o el germen de trigo. Podemos consumirlo en cápsulas o bien en forma de polvo/granulado acompañando a nuestros zumos, ensaladas o yogures.
Los síntomas de la astenia primaveral son pasajeros, suelen durar unas 2 semanas. En el caso de que sean más intensos, durando más de 15 días o aparezcan otros síntomas acudir al médico, ya que otras enfermedades como anemia o el hipotiroidismo pueden dar síntomas parecidos.