No olvides tus herramientas

No olvides tus herramientas

Mantenerse saludables es un objetivo deseable y deseado por la mayor parte de las personas que conozco. Pero he de reconocer que esta información es sesgada, ya que, debido a mi profesión, quienes se acercan a mí lo hacen con la pretensión de tratarse de una enfermedad o de aprender a cuidarse mejor para no enfermar en el futuro. No obstante, pienso que no me equivoco mucho al suponer que el deseo de encontrarse sanos es algo generalizado.

Afortunadamente, cada vez más, disponemos de recursos suficientes y de nuevos conocimientos que nos permite alcanzar este objetivo de forma más fácil que en generaciones anteriores.

Sigue leyendo
La corporalidad como campo de experiencia

La corporalidad como campo de experiencia

corporalidad como campo de experienciaEn cualquier sistema de crecimiento personal y de desarrollo humano, hemos de considerar con especial atención el modo en el que nuestro cuerpo participa de dicho proceso, porque no es posible avanzar armónicamente si la mente y el cuerpo se encuentran desconectados.

Experimentamos nuestros pensamientos y emociones a través del cuerpo. Se puede decir que, gracias a nuestra corporalidad, no sólo hacemos cosas, sino que, además, pensamos y sentimos el mundo, porque cualquier acción que realicemos en el mundo es ejecutada a través del cuerpo.

Podemos afirmar, pues, que nuestro cuerpo forma parte del “Campo de Experiencia”, es decir,  del modo peculiar en el que cada uno de nosotros experimenta la vida.

Por tanto, para poder disfrutar de una vida armónica, gratificante y gozosa, necesitaremos un cierto tipo de condiciones corporales.

En el modelo sofrodynámico disponemos del Entrenamiento Gyalpo para tratar de lograr dichas condiciones.

Este entrenamiento ha surgido y está diseñado con la intención de que sea beneficioso para cualquier persona y, especialmente, para quienes más lo necesitan, aquellos seres estresados y llenos de obligaciones laborales y personales que forman parte de nuestro medio cotidiano.

De qué herramientas disponemos, pues, para aprender a vivenciar nuestra corporalidad como un “Campo de Experiencia”. Pues las más importantes son las siguientes:

1.- Presencia: Es hacer posible que la conciencia habite plenamente el cuerpo y que el cuerpo se haga presente a la consciencia.

2.- Postura Justa: Decimos que la Postura es Justa cuando establecemos nuestra verticalidad atendiendo a los ejes apropiados y evitamos cualquier exceso de tensión innecesaria, eliminando bloqueos energéticos y  emocionales.

3.- El cuerpo como Mandala: Podemos experimentarlo cuando tomamos conciencia de  que nuestro cuerpo es una representación simbólica del universo y, a través de dicha toma de consciencia, atendemos a la corporalidad para establecer la conexión entre el microcosmos y el macrocosmos.

4.- Consciencia de la respiración: Es uno de los elementos esenciales ya que a través de ella, armonizamos el cuerpo y serenamos la mente.

5.- Identificar las emociones en nuestro cuerpo: Poco a poco, en la medida que el alumno avanza en su entrenamiento, por medio de la observación atenta, la agitación dará paso a la calma y podrá comenzar a percibir la verdadera relación entre las emociones y corporalidad, tomando como base un cuerpo en distensión.

5.- Consciencia de la energía: Gracias a diferentes ejercicios es posible percibir los distintos centros energéticos, los canales y las manifestaciones del flujo de la energía que por ellos discurre.

Entrenar y experimentar todo lo anterior, nos permite transformar un cuerpo pasivo, doliente o mudo en un cuerpo vivo, sentido y experimentado con alegría, y que además participa activamente en el fascinante camino del desarrollo de nuestro potencial.

Editorial de abril de 2014

Editorial de abril de 2014

primaveraCasi en un abrir y cerrar de ojos nos hemos plantado en el cuarto mes del año. Llega abril como cualificado heraldo de la reciente primavera que, tímidamente introducida por marzo, va mostrando su esplendor cada día mejor.

Me gusta mucho la primavera, ya lo he dicho bastantes veces, pero habrán de perdonarme porque parece como si no me cansase de repetirlo, quizás porque me siento un poco en deuda con ella.

Opino que nos aporta muchas más cosas positivas que negativas y, sin embargo, no siempre sale bien parada en lo que a opiniones de otras personas se refiere.

De algún modo, me veo en la obligación de tratar de compensar la mala fama que otras personas le atribuyen a esta estación, haciéndola responsable de sus males y dolencias. Y no es que les falten razones para ello, como por ejemplo a los alérgicos o también a quienes padecen ciertos tipos de enfermedades cutáneas, digestivas o circulatorias, que temen que al llegar estos momentos su calidad de vida se vea mermada.

Obviamente, es normal que quienes sufren estos percances no se encuentren demasiado contentos por la llegada de la primavera, ya que, entre otras cosas, posiblemente necesiten recurrir a más medicación para controlar sus síntomas.

Pero más allá de estos achaques, primavera, al menos para  mi, es algo mucho más mágico y grandioso. Primavera es sinónimo de vida y de eclosión de la naturaleza que lucha por perpetuarse.

Por eso, cuando digo que me gusta la primavera, no me refiero solamente a lo climatológico con sus agradables y suaves temperaturas, sino también a la luminosidad de sus amaneceres y atardeceres, a la vistosidad de sus colores y a la fragancia de los diversos aromas que inundan el ambiente y que podemos percibir por doquier, porque tanto vale el perfume que nos aporta una humilde maceta en nuestro hogar como las cálidas y complejas mixturas florales que podemos percibir paseando por un elaborado y vistoso jardín de gran extensión.

Algunas personas aprovechan estas fechas para realizar excursiones que les permitan contemplar la belleza de las exuberantes floraciones de determinadas plantas. Es fácil en nuestras tierras disfrutar de la blancura y el embriagador perfume de los azahares, de los intensos contrastes con el verde de los campos salpicados por el color rojo de las amapolas, de los aromáticos jacintos o del esplendor majestuoso de las glicinias con su copiosa floración, amen de otras muchas flores.

Inspirados por la belleza de estos momentos, han alcanzado cierta fama algunas rutas para ver  floraciones especiales, como la de los rododendros en el Parque Natural de los Alcornocales o, la muy consolidada ya, ruta de los cerezos en flor del Valle del Jerte, todo un festival de luz y color para los sentidos.

No puedo negar que me encanta presenciar la mágica transformación por la que un pequeño brote, como si se desperezara después de un largo sueño, se abre al mundo dando lugar a una hermosa, nueva y efímera flor. Tal vez mañana ya no esté, el viento o la lluvia puede haberla hecho desaparecer, pero mientras dura, ¿por qué no disfrutar de su cautivadora belleza?

La primavera es también una época propicia para el apareamiento de muchas especies, así como para de la siembra de diversas semillas, una vez la tierra se ha visto libre de los fríos y los hielos del invierno. Las aves incuban sus huevos, las abejas ponen los suyos aprovechando la bonanza de las temperaturas que nos promete esta nueva estación.

¿Cómo es posible que no sintamos esta manifestación de la vida en nuestro interior?

La primavera para mi es más que una estación, es una especie de gran metáfora de la vida. Porque hablar de primavera es hablar también de renovación, de cambio, de surgimiento y de transformación.

Lo primaveral huele a fresco, a nuevo, a limpio. Decir que algo es primaveral es como destacar su inocencia, su candidez y su pureza.

Y no me refiero sólo a lo que captan los sentidos, de luz y color, sino que para mi, la primavera, posee una especie de dimensión simbólica que se encuentra mucho más allá de lo meramente sensorial.

Atribuimos la cualidad de la “primavera” a aquellas situaciones en las que surge algo nuevo y esperanzador, porque parece como si la primavera fuese una especie de encarnación en la tierra del “espíritu de la renovación”.

Tal vez debiéramos plantearnos el modo en el que podríamos llegar a encarnar dicho espíritu en nuestra vida, es decir, cómo experimentar una verdadera “renovación” en lo cotidiano.

No cabe duda que aprendiendo a desprendernos de todos aquellos lastres del pasado que frenan nuestro desarrollo, nos impiden avanzar y, además, en la mayoría de los casos no tendríamos por qué seguir llevándolos.

Por tanto, vivir según el espíritu de la primavera es como permitirse dar un sí incondicional a la vida.

Desde este punto de vista. Podríamos llamar a la primavera la estación del despertar, porque constituye el fin del del sueño invernal para abrirnos a una  nueva luz naciente.

¡Cuanto tiene que ver esto con el camino del ser humano hacia el desarrollo!

Cada año siento en mi interior la llegada de la energía renovadora de a primavera. Es como una fuerza que va creciendo en intensidad y vigor a cada día que pasa. Una energía que se encuentra en íntima conexión con los cambios que suceden en la naturaleza exterior.

Tal vez por eso, en primavera, me siento más despierto, más lúcido y creativo, surgen en mi nuevos proyectos y se renuevan ilusiones hacia el futuro.

Durante un tiempo pensé que esto era común a todo el mundo, pero los años me han hecho desistir de esta hipótesis. Me he dado cuenta de que cada persona sintoniza mejor con la energía de una determinada estación, aunque, por desgracia, los hay que no sintonizan con ninguna.

De entre todas las grandes metáforas que la primavera nos plantea, si tuviese que destacar alguna, yo elegiría la de la resurrección.

La primavera representa el triunfo de la vida sobre la muerte, y qué mejor que la resurrección puede simbolizar esto.

En nuestra cultura, justo en estos momentos, celebramos la Semana Santa, celebración lunar que coincide con la primera luna llena después del equinoccio de primavera.

Para todo el mundo católico, la celebración de la Pasión, Muerte y Resurrección de Jesucristo es la celebración central de su fe.

Pero quienes no son católicos podrían también servirse de las enseñanzas que dicha conmemoración nos aporta, ya que en su esencia contiene una rotunda afirmación de la vida, de la esperanza y del amor, supremas vencedoras de todo dolor, de todo sufrimiento y de toda clase de muerte.

Pero entender este mensaje sólo está al alcance de quienes, libres de los prejuicios, son capaces de mirar más allá de lo aparente para descubrir la riqueza simbólica que la vida en cada instante nos aporta en forma de regalo de sabiduría.

¡Quien tenga ojos que vea, y quien tenga oídos que oiga!

¿Qué sucedería en nuestra vida si nos permitiésemos florecer como una nueva primavera surgida del corazón para expresar al mundo todo nuestro oculto esplendor?

 

¡Feliz abril!

Coenzima Q-10, una fuente de energía y salud

Coenzima Q-10, una fuente de energía y salud

co.q-10La Coenzima Q-10 (Co Q-10), llamada también ubiquinona, es una substancia necesaria para el normal funcionamiento de muchos órganos y para la realización de diversas reacciones metabólicas, sobre todo en la cadena transportadora de electrones en el Ciclo de Krebs. Su misión es aportar energía a las células, ya que interviene en la producción de ATP (Adenosin trifosfato), molécula energética del organismo.

Ha llegado al gran público a través de la publicidad de los productos cosméticos que la han incorporado a gran número de cremas faciales y similares, como una substancia especialmente importante para cuidar la piel y evitar su envejecimiento.

Posee también una alta capacidad antioxidante que resulta muy útil en ciertas enfermedades, ya que evita el daño tisular producido por los radicales libres y, según parece, podría retrasar la evolución de ciertas enfermedades neurológicas tales como el Parkinson.

La Co-Q-10 se usa en el tratamiento de las miocardiopatías y de la insuficiencia cardiaca congestiva. Además puede ayudar a controlar la hipertensión, las alteraciones del ritmo cardiaco, aliviar los ataques de ángor y reducir la formación de coágulos sanguíneos. Parece, también haber aliviado los síntomas de personas con enfermedad de Raynaud.

Ayuda a conservar la Vitamina E y se cree que evita la oxidación del colesterol, aunque parecen necesarios nuevos estudios que confirmen este último punto.

Se encuentra en elevada concentración en el organismo, sobre todo en el corazón, hígado, riñones y páncreas. También se encuentra en una gran variedad de alimentos, especialmente las carnes, vísceras, algunos pescados y mariscos.

Sus niveles disminuyen con la edad, y son menores en pacientes con enfermedad cardiaca. Pero además del paso del tiempo, también el hábito de fumar y el consumo de ciertos medicamentos, como la lovastatina o el propanolol, pueden hacer que disminuya la cantidad de Co-Q-10, por lo que sería aconsejable administrar un suplemento de  Co Q-10 en estos casos.

Se suele presentar como suplementos en forma de pastillas, comprimidos o cápsulas de gelatina blanda. Las presentaciones contienen aceite que favorecen su absorción, igualmente favorecida si se toma junto con los alimentos.

La dosis recomendable en las cardiopatías oscilan entre 100-360 mg/día. No se conocen efectos secundarios.

Entrenar la corporalidad: La postura ecuánime

Entrenar la corporalidad: La postura ecuánime

postura ecuánimeSin lugar a dudas, durante el proceso de crecimiento y desarrollo humano, la corporalidad ha de participar como parte esencial del mismo, y no como un mero espectador de los procesos mentales y emocionales. Hemos superado, hace ya mucho tiempo, la dualidad proveniente de las ideas platónicas y, posteriormente, del cartesianismo de que el cuerpo no era más que “la cárcel del alma” o algo desconectado de la dimensión espiritual del ser, de tal manera que hemos llegado ya a incorporar en occidente lo que desde tiempos ancestrales era  ampliamente conocido en oriente, es decir, hoy día podemos considerar nuestra corporalidad como la puerta principal hacia la consciencia, y un elemento fundamental de ciertas prácticas de desarrollo espiritual. Disciplinas como en yoga, el Tai chi o el Qi Gong, nos lo vienen enseñando y demostrado desde hace miles de años. Por eso, como parte del entrenamiento en Sofrodynamia®, la atención al cuerpo adquiere un carácter relevante. Sabemos que en cada instante ocurren muchas cosas en nuestro mundo interior, de las cuales sólo seremos conscientes cuando aparece alguna sintomatología lo suficientemente intensa como para llamar nuestra atención. Pero es posible aprender a atender a nuestro cuerpo de tal manera que podamos distinguir, desde fases iniciales, aquellas respuestas corporales que indican una tensión a nivel interior, lo cual es imprescindible de cara a realizar los ajustes correctivos necesarios. Desde el punto de vista físico, nuestro cuerpo se encuentra en continuo conflicto entre la necesidad de mantener una postura erguida natural y las fuerzas gravitatorias que nos arrastran hacia abajo. Esta necesidad de ajuste continuado, sumado a las tensiones corporales que se somatizan como consecuencia de conflictos emocionales y los frecuentes vicios posturales que solemos tener, tienen como consecuencia que la dimensión corporal se tensione fácilmente y sufra innecesariamente, a menos que apliquemos la corrección oportuna. Este estado de tensión muscular mantenida, amén de consumir una elevada cantidad de energía, es interpretado por el cerebro como alarma o peligro, poniendo en marcha la consecuente respuesta de estrés que, al mantenerse en el tiempo y hacerse crónica, suele pasar desapercibida por el sujeto, dando lugar posteriormente a la aparición de diversas patologías. La práctica de la Postura Ecuánime nos ayudará a modificar el panorama anteriormente descrito. El establecimiento de la Postura Ecuánime durante nuestra práctica, permite prevenir las nefastas consecuencias del estrés, ya que al tomar consciencia del cuerpo y regularizar la respiración, la mente se serena y podemos experimentar un cierto aquietamiento global. Dicha postura nos permite, pues, armonizar el Espacio Interior y la corporalidad, ya que utilizamos el cuerpo como elemento de acceso a la consciencia. Es posible establecerse en la Postura Ecuánime tanto en la vertical como sentados. Pero ¿en qué consiste la Postura Ecuánime? Para adoptar la Postura Ecuánime atendemos a lo siguiente:

  1. Realizamos los ajustes corporales necesarios para desbloquear las articulaciones de forma correcta.
  2. Corregimos los ejes corporales para estar perfectamente alineados
  3. Buscamos, además, enraizarnos, tanto desde nuestros pies asentados sobre la tierra, como desde nuestra coronilla que queda como suspendida hacia el cielo.
  4. Tomamos consciencia de las tensiones de todo el cuerpo y las sustituimos por distensión
  5. Centramos nuestra respiración en Dan Tien

Espero que utilizando estos consejos, poco a poco, y a través del entrenamiento, experimentes la sensación de trascender la dualidad cuerpo-consciencia y puedas percibirte globalmente.

Atracción y repulsión

Atracción y repulsión

Protestar“Una persona con cierto grado de bienestar irradia armonía hacia los demás, por el contrario, aquellos que viven instalados en la queja permanente son como ladrones que nos roban la energía. Por eso, no es de extrañar que de manera natural, los primeros sean personas que atraen mientras que los segundos generan repulsión. De este hecho, ¡saca las conclusiones que gustes!” (ANF)

Somos cuerpo, consciencia y energía

Somos cuerpo, consciencia y energía

cuerpo, consciencia y energía“El ser humano puede ser considerado como un complejo sistema que realiza intercambios energéticos con el entorno y que tiene diferentes niveles de manifestación.

Hablamos de un nivel de manifestación corporal, otro psicológico y otro energético. De tal  manera que cuerpo, consciencia y energía se encuentran interconectados de forma que no es posible escindirlos. Dicha interconexión explica por qué en ciertas disciplinas con enfoque energético y espiritual, como por ejemplo el yoga, el cuerpo intervine como soporte fundamental del trabajo de desarrollo de la consciencia a través de un trabajo corporal y energético al mismo tiempo.

En el ser vivo, cuerpo, consciencia y  energía forman una unidad indisoluble que sólo es quebrada en el momento de la muerte.

Por tanto, el ser humano, pues, no es una suma de partes diferentes conectadas entre sí de alguna manera, sino de un sistema único, global y perfectamente interrelacionado entre sus distintos niveles.

Si nos referimos más específicamente a la dimensión corporal, se podría diferenciar entre la corporalidad en acción y el cuerpo como materia sin más, tal y como se encuentra presente en el cadáver. La diferencia entre lo uno y lo otro es que el primero está interpenetrado por la consciencia y la energía mientras que el segundo es sólo materia.

La noción actual de salud a nivel corporal, además de los consabidos parámetros biológicos, incluye además que la consciencia habite el cuerpo y que el cuerpo informe a la consciencia de un modo armónico, así como la existencia de un equilibrio apropiado de sus movimientos energéticos.

Cuando hablamos de energía incluimos dentro del mismo término a los diferentes tipos que podemos encontrar en el organismo. Todas ellas no son más que manifestaciones diferentes de la única energía primordial esencial, la Energía Vital. Podemos encontrar pruebas de dicha energía en el calor corporal, la energía mecánica necesaria para el movimiento, al energía metabólica expresada en unidades de ATP (Adenosin trifosfato), la energía electromagnética que se produce debido al continuo movimiento de los electrones, etc.

Desde el punto de vista de la salud nos interesa considerar la energía bioeléctrica. como elemento fundamental para la conservación y el mantenimiento de la salud del individuo Dicha energía es captada en algunos órganos por aparatos como el EEG, ECG, etc. Para ciertos maestros chinos, el movimiento del Qi en el cuerpo, es lo más parecido a la circulación de la energía bioeléctrica por todo el organismo a través de los canales y puntos.

Desde un punto de vista energético, llamamos salud al correcto equilibrio entre cuerpo, consciencia y energía, ya que el bloqueo de la circulación de dicha energía, el desequilibrio de la misma, así como los nudos emocionales y contaminaciones mentales, afectarán al cuerpo, de tal modo que se deteriorará la salud y la armonía vital de una persona, y aparecerá la enfermedad.

Por esa razón, cuando queremos armonizar la salud del ser humano necesitamos armonizar apropiadamente los diferentes constituyentes del sistema que lo integra, esto es: cuerpo, consciencia y energía.

Para realizar todo ello de forma adecuada necesitamos un método que nos enseñe a darnos cuenta de dónde estamos, hacia dónde queremos ir y qué caminos hemos de seguir para ello.

La Sofrodynamia® pretende ser un método de entrenamiento integral del ser humano para armonizar la existencia un poco más, disminuir el sufrimiento y poner las bases para una mayor felicidad en la vida a través de la armonización del cuerpo, la consciencia y la energía.” (ANF)

Aprovechar lo que la vida nos da

Aprovechar lo que la vida nos da

optimismo“Ser optimista no significa ver blanco lo negro, sino ser capaz de crear nuevas opciones a partir de cada acontecimiento, sabiendo qué puedes hacer algo ocurra lo que ocurra. Por eso un día soleado puede ser tan ilusionante y motivador como uno lluvioso, siempre que no te quedes atrapado en la queja de lo que no pudiste hacer y enfoques tu energía en disfrutar de las nuevas opciones que te ofrece la vida a cada instante” (ANF)

Astenia primaveral

Astenia primaveral

astenia primaveralPor Dª Gracia María Casado, Nutricionista y colaboradora del CMI Dr. Nougués

En esta época que comienza, es frecuente encontrar en consulta a personas que refieren síntomas como malestar, cansancio, decaimiento, somnolencia diurna, insomnio o sensación de sueño no reparador, dificultad de concentración, irritabilidad, disminución del apetito y la libido… con frecuencia estos síntomas que aparecen al llegar la primavera y van cediendo de forma espontánea a lo largo de la misma, se achacan a la llamada astenia primaveral.

 

Pero ¿qué es la astenia primaveral? 

La astenia se define como una sensación continuada de fatiga y falta de vitalidad tanto física como psicológica, acompañada de pérdida de motivación e interés por el entorno. En primavera, son muchas las personas que comienzan a manifestar estos síntomas, y aunque no se conocen con exactitud las causas de este cuadro, parece ser que puede aparecer en relación a la adaptación de nuestro cuerpo al mayor número de horas de luminosidad, el aumento de las temperaturas que acompaña al cambio de estación, y una frecuente disminución de las horas de sueño.

 

¿Qué podemos hacer para prevenirla o disminuir la intensidad de los síntomas? 

  • Mantener horarios regulares de sueño y vigilia: con el cambio de hora, tendemos a acostarnos más tarde de lo habitual, el problema es que no siempre podemos levantarnos también más tarde, por lo que es importante intentar mantener 7-8 horas de sueño.
  • Tomar cenas ligeras, al menos 2 horas antes de irnos a la cama: cenar mucha cantidad o comidas pesadas, y acostarse poco tiempo después, hará que la digestión interfiera con el sueño, disminuyendo la calidad del mismo.
  • Ejercicio físico moderado: haciendo ejercicio liberamos endorfinas, que nos hacen sentir muy bien y nos estimulan, pero por este mismo motivo, no debemos practicar ejercicio cerca de la hora de dormir, ya que la estimulación puede interferir con el sueño. Se debe realizar unas horas antes de irnos a la cama.
  • En cuanto a la dieta, es mucho lo que podemos hacer para combatir la astenia primaveral:
    • Hacer un desayuno completo y equilibrado, que nos aporte energía para afrontar el día con vitalidad.
    • Es conveniente evitar en nuestra dieta los alimentos que no nos aportan nutrientes esenciales, como las bebidas carbonatadas, bollería, comidas precocinadas…, y apostar por los cereales integrales, legumbres, frutas (buen momento para tomar toda clase de zumos hechos en casa con la ayuda de la licuadora/batidora) y verduras.
    • Tomar un aporte extra de vitaminas y minerales, como por ejemplo a través de la levadura de cerveza o el germen de trigo. Podemos consumirlo en cápsulas o bien en forma de polvo/granulado acompañando a nuestros zumos, ensaladas o yogures.

 

Los síntomas de la astenia primaveral son pasajeros, suelen durar unas 2 semanas. En el caso de que sean más intensos, durando más de 15 días o aparezcan otros síntomas acudir al médico, ya que otras enfermedades como anemia o el hipotiroidismo pueden dar síntomas parecidos.