La corporalidad como campo de experiencia

La corporalidad como campo de experiencia

corporalidad como campo de experienciaEn cualquier sistema de crecimiento personal y de desarrollo humano, hemos de considerar con especial atención el modo en el que nuestro cuerpo participa de dicho proceso, porque no es posible avanzar armónicamente si la mente y el cuerpo se encuentran desconectados.

Experimentamos nuestros pensamientos y emociones a través del cuerpo. Se puede decir que, gracias a nuestra corporalidad, no sólo hacemos cosas, sino que, además, pensamos y sentimos el mundo, porque cualquier acción que realicemos en el mundo es ejecutada a través del cuerpo.

Podemos afirmar, pues, que nuestro cuerpo forma parte del “Campo de Experiencia”, es decir,  del modo peculiar en el que cada uno de nosotros experimenta la vida.

Por tanto, para poder disfrutar de una vida armónica, gratificante y gozosa, necesitaremos un cierto tipo de condiciones corporales.

En el modelo sofrodynámico disponemos del Entrenamiento Gyalpo para tratar de lograr dichas condiciones.

Este entrenamiento ha surgido y está diseñado con la intención de que sea beneficioso para cualquier persona y, especialmente, para quienes más lo necesitan, aquellos seres estresados y llenos de obligaciones laborales y personales que forman parte de nuestro medio cotidiano.

De qué herramientas disponemos, pues, para aprender a vivenciar nuestra corporalidad como un “Campo de Experiencia”. Pues las más importantes son las siguientes:

1.- Presencia: Es hacer posible que la conciencia habite plenamente el cuerpo y que el cuerpo se haga presente a la consciencia.

2.- Postura Justa: Decimos que la Postura es Justa cuando establecemos nuestra verticalidad atendiendo a los ejes apropiados y evitamos cualquier exceso de tensión innecesaria, eliminando bloqueos energéticos y  emocionales.

3.- El cuerpo como Mandala: Podemos experimentarlo cuando tomamos conciencia de  que nuestro cuerpo es una representación simbólica del universo y, a través de dicha toma de consciencia, atendemos a la corporalidad para establecer la conexión entre el microcosmos y el macrocosmos.

4.- Consciencia de la respiración: Es uno de los elementos esenciales ya que a través de ella, armonizamos el cuerpo y serenamos la mente.

5.- Identificar las emociones en nuestro cuerpo: Poco a poco, en la medida que el alumno avanza en su entrenamiento, por medio de la observación atenta, la agitación dará paso a la calma y podrá comenzar a percibir la verdadera relación entre las emociones y corporalidad, tomando como base un cuerpo en distensión.

5.- Consciencia de la energía: Gracias a diferentes ejercicios es posible percibir los distintos centros energéticos, los canales y las manifestaciones del flujo de la energía que por ellos discurre.

Entrenar y experimentar todo lo anterior, nos permite transformar un cuerpo pasivo, doliente o mudo en un cuerpo vivo, sentido y experimentado con alegría, y que además participa activamente en el fascinante camino del desarrollo de nuestro potencial.

Entrenar la corporalidad: La postura ecuánime

Entrenar la corporalidad: La postura ecuánime

postura ecuánimeSin lugar a dudas, durante el proceso de crecimiento y desarrollo humano, la corporalidad ha de participar como parte esencial del mismo, y no como un mero espectador de los procesos mentales y emocionales. Hemos superado, hace ya mucho tiempo, la dualidad proveniente de las ideas platónicas y, posteriormente, del cartesianismo de que el cuerpo no era más que “la cárcel del alma” o algo desconectado de la dimensión espiritual del ser, de tal manera que hemos llegado ya a incorporar en occidente lo que desde tiempos ancestrales era  ampliamente conocido en oriente, es decir, hoy día podemos considerar nuestra corporalidad como la puerta principal hacia la consciencia, y un elemento fundamental de ciertas prácticas de desarrollo espiritual. Disciplinas como en yoga, el Tai chi o el Qi Gong, nos lo vienen enseñando y demostrado desde hace miles de años. Por eso, como parte del entrenamiento en Sofrodynamia®, la atención al cuerpo adquiere un carácter relevante. Sabemos que en cada instante ocurren muchas cosas en nuestro mundo interior, de las cuales sólo seremos conscientes cuando aparece alguna sintomatología lo suficientemente intensa como para llamar nuestra atención. Pero es posible aprender a atender a nuestro cuerpo de tal manera que podamos distinguir, desde fases iniciales, aquellas respuestas corporales que indican una tensión a nivel interior, lo cual es imprescindible de cara a realizar los ajustes correctivos necesarios. Desde el punto de vista físico, nuestro cuerpo se encuentra en continuo conflicto entre la necesidad de mantener una postura erguida natural y las fuerzas gravitatorias que nos arrastran hacia abajo. Esta necesidad de ajuste continuado, sumado a las tensiones corporales que se somatizan como consecuencia de conflictos emocionales y los frecuentes vicios posturales que solemos tener, tienen como consecuencia que la dimensión corporal se tensione fácilmente y sufra innecesariamente, a menos que apliquemos la corrección oportuna. Este estado de tensión muscular mantenida, amén de consumir una elevada cantidad de energía, es interpretado por el cerebro como alarma o peligro, poniendo en marcha la consecuente respuesta de estrés que, al mantenerse en el tiempo y hacerse crónica, suele pasar desapercibida por el sujeto, dando lugar posteriormente a la aparición de diversas patologías. La práctica de la Postura Ecuánime nos ayudará a modificar el panorama anteriormente descrito. El establecimiento de la Postura Ecuánime durante nuestra práctica, permite prevenir las nefastas consecuencias del estrés, ya que al tomar consciencia del cuerpo y regularizar la respiración, la mente se serena y podemos experimentar un cierto aquietamiento global. Dicha postura nos permite, pues, armonizar el Espacio Interior y la corporalidad, ya que utilizamos el cuerpo como elemento de acceso a la consciencia. Es posible establecerse en la Postura Ecuánime tanto en la vertical como sentados. Pero ¿en qué consiste la Postura Ecuánime? Para adoptar la Postura Ecuánime atendemos a lo siguiente:

  1. Realizamos los ajustes corporales necesarios para desbloquear las articulaciones de forma correcta.
  2. Corregimos los ejes corporales para estar perfectamente alineados
  3. Buscamos, además, enraizarnos, tanto desde nuestros pies asentados sobre la tierra, como desde nuestra coronilla que queda como suspendida hacia el cielo.
  4. Tomamos consciencia de las tensiones de todo el cuerpo y las sustituimos por distensión
  5. Centramos nuestra respiración en Dan Tien

Espero que utilizando estos consejos, poco a poco, y a través del entrenamiento, experimentes la sensación de trascender la dualidad cuerpo-consciencia y puedas percibirte globalmente.

Poder curativo del Espacio Interior

Poder curativo del Espacio Interior

Espacio interior“Durante el entrenamiento sofrodynámico hacemos hincapié en la importancia de experimentar el Espacio Interior. Para algunas personas, esto, constituye un concepto algo abstracto y, en cierto modo, lejano. Tan abstracto y lejano como lo son las nociones de amistad o amor, que suenan sorprendes y oscuras para quienes no las han vivido.

Con el Espacio Interior pasa algo parecido, pero basta sólo una pequeña porción de experiencia para que se torne claro, luminoso y sugerente. Cualquier persona que tenga una cierta experiencia en prácticas de tipo meditativo podrá dar testimonio de dicha experiencia pero, obviamente, es un terreno desconocido para el no practicante.

Desde el punto de vista sofrodynámico, una de las experiencias más importantes para cualquier persona es, pues, el descubrimiento mediante su propia experiencia de dicho Espacio Interior.

Podría decirse que el Espacio Interior es un espacio de consciencia sutil y muy sutil, cuyas características principales son: Esencia, Sabiduría y Gozo.

Se encuentra más allá de los contenidos mentales y podríamos definirlo como “un espacio de pura consciencia”.

En realidad es bastante más difícil de definir que de experimentar, lo cual suele suceder cuando calmamos la agitación superficial de la mente y, a través de técnicas meditativas, accedemos a dicha dimensión del ser.

En el Espacio Interior somos y, por eso, una vida plenamente humana no puede llegar a desarrollarse sin realizar su apertura.

Con una respiración controlada, una vez eliminadas las tensiones corporales, y calmada y sosegada la mente, más allá de los pensamientos y emociones perturbadoras se encuentra una experiencia nítida, transparente y pacífica, de consciencia eternamente presente, y todo problema o turbación parece disolverse en su propia naturaleza, el espacio vacío.

Avalado por numerosos estudios actuales, es posible afirmar que dicha práctica es sanadora, ya que es capaz de armonizar diversas funciones biológicas, entre ellas la del sistema inmunitario, pero además del bienestar personal que produce, se ha constatado también que puede ayudar a mejorar las relaciones interpersonales incrementando el número de actos compasivos hacia los demás.” (ANF)

Somos cuerpo, consciencia y energía

Somos cuerpo, consciencia y energía

cuerpo, consciencia y energía“El ser humano puede ser considerado como un complejo sistema que realiza intercambios energéticos con el entorno y que tiene diferentes niveles de manifestación.

Hablamos de un nivel de manifestación corporal, otro psicológico y otro energético. De tal  manera que cuerpo, consciencia y energía se encuentran interconectados de forma que no es posible escindirlos. Dicha interconexión explica por qué en ciertas disciplinas con enfoque energético y espiritual, como por ejemplo el yoga, el cuerpo intervine como soporte fundamental del trabajo de desarrollo de la consciencia a través de un trabajo corporal y energético al mismo tiempo.

En el ser vivo, cuerpo, consciencia y  energía forman una unidad indisoluble que sólo es quebrada en el momento de la muerte.

Por tanto, el ser humano, pues, no es una suma de partes diferentes conectadas entre sí de alguna manera, sino de un sistema único, global y perfectamente interrelacionado entre sus distintos niveles.

Si nos referimos más específicamente a la dimensión corporal, se podría diferenciar entre la corporalidad en acción y el cuerpo como materia sin más, tal y como se encuentra presente en el cadáver. La diferencia entre lo uno y lo otro es que el primero está interpenetrado por la consciencia y la energía mientras que el segundo es sólo materia.

La noción actual de salud a nivel corporal, además de los consabidos parámetros biológicos, incluye además que la consciencia habite el cuerpo y que el cuerpo informe a la consciencia de un modo armónico, así como la existencia de un equilibrio apropiado de sus movimientos energéticos.

Cuando hablamos de energía incluimos dentro del mismo término a los diferentes tipos que podemos encontrar en el organismo. Todas ellas no son más que manifestaciones diferentes de la única energía primordial esencial, la Energía Vital. Podemos encontrar pruebas de dicha energía en el calor corporal, la energía mecánica necesaria para el movimiento, al energía metabólica expresada en unidades de ATP (Adenosin trifosfato), la energía electromagnética que se produce debido al continuo movimiento de los electrones, etc.

Desde el punto de vista de la salud nos interesa considerar la energía bioeléctrica. como elemento fundamental para la conservación y el mantenimiento de la salud del individuo Dicha energía es captada en algunos órganos por aparatos como el EEG, ECG, etc. Para ciertos maestros chinos, el movimiento del Qi en el cuerpo, es lo más parecido a la circulación de la energía bioeléctrica por todo el organismo a través de los canales y puntos.

Desde un punto de vista energético, llamamos salud al correcto equilibrio entre cuerpo, consciencia y energía, ya que el bloqueo de la circulación de dicha energía, el desequilibrio de la misma, así como los nudos emocionales y contaminaciones mentales, afectarán al cuerpo, de tal modo que se deteriorará la salud y la armonía vital de una persona, y aparecerá la enfermedad.

Por esa razón, cuando queremos armonizar la salud del ser humano necesitamos armonizar apropiadamente los diferentes constituyentes del sistema que lo integra, esto es: cuerpo, consciencia y energía.

Para realizar todo ello de forma adecuada necesitamos un método que nos enseñe a darnos cuenta de dónde estamos, hacia dónde queremos ir y qué caminos hemos de seguir para ello.

La Sofrodynamia® pretende ser un método de entrenamiento integral del ser humano para armonizar la existencia un poco más, disminuir el sufrimiento y poner las bases para una mayor felicidad en la vida a través de la armonización del cuerpo, la consciencia y la energía.” (ANF)