Cultivar la Presencia

Hace décadas que vengo trabajando con diversos tipos de grupos, primero en el ámbito de la Sofrología y posteriormente en el de la Sofrodynamia®. En ellos he insistido siempre en la relación entre nuestro cuerpo, nuestra mente y otros aspectos más sutiles de nuestra consciencia. En dichos grupos, una de las primeras cosas que se proponen al alumno es reconocer que una parte importante de su sufrimiento se debe al modo habitual en el que su mente se relaciona con la realidad que le rodea, y con la manera de entender y reaccionar frente a los acontecimientos cotidianos presentes, pasados y futuros.  Sigue leyendo

La corporalidad como campo de experiencia

La corporalidad como campo de experiencia

corporalidad como campo de experienciaEn cualquier sistema de crecimiento personal y de desarrollo humano, hemos de considerar con especial atención el modo en el que nuestro cuerpo participa de dicho proceso, porque no es posible avanzar armónicamente si la mente y el cuerpo se encuentran desconectados.

Experimentamos nuestros pensamientos y emociones a través del cuerpo. Se puede decir que, gracias a nuestra corporalidad, no sólo hacemos cosas, sino que, además, pensamos y sentimos el mundo, porque cualquier acción que realicemos en el mundo es ejecutada a través del cuerpo.

Podemos afirmar, pues, que nuestro cuerpo forma parte del “Campo de Experiencia”, es decir,  del modo peculiar en el que cada uno de nosotros experimenta la vida.

Por tanto, para poder disfrutar de una vida armónica, gratificante y gozosa, necesitaremos un cierto tipo de condiciones corporales.

En el modelo sofrodynámico disponemos del Entrenamiento Gyalpo para tratar de lograr dichas condiciones.

Este entrenamiento ha surgido y está diseñado con la intención de que sea beneficioso para cualquier persona y, especialmente, para quienes más lo necesitan, aquellos seres estresados y llenos de obligaciones laborales y personales que forman parte de nuestro medio cotidiano.

De qué herramientas disponemos, pues, para aprender a vivenciar nuestra corporalidad como un “Campo de Experiencia”. Pues las más importantes son las siguientes:

1.- Presencia: Es hacer posible que la conciencia habite plenamente el cuerpo y que el cuerpo se haga presente a la consciencia.

2.- Postura Justa: Decimos que la Postura es Justa cuando establecemos nuestra verticalidad atendiendo a los ejes apropiados y evitamos cualquier exceso de tensión innecesaria, eliminando bloqueos energéticos y  emocionales.

3.- El cuerpo como Mandala: Podemos experimentarlo cuando tomamos conciencia de  que nuestro cuerpo es una representación simbólica del universo y, a través de dicha toma de consciencia, atendemos a la corporalidad para establecer la conexión entre el microcosmos y el macrocosmos.

4.- Consciencia de la respiración: Es uno de los elementos esenciales ya que a través de ella, armonizamos el cuerpo y serenamos la mente.

5.- Identificar las emociones en nuestro cuerpo: Poco a poco, en la medida que el alumno avanza en su entrenamiento, por medio de la observación atenta, la agitación dará paso a la calma y podrá comenzar a percibir la verdadera relación entre las emociones y corporalidad, tomando como base un cuerpo en distensión.

5.- Consciencia de la energía: Gracias a diferentes ejercicios es posible percibir los distintos centros energéticos, los canales y las manifestaciones del flujo de la energía que por ellos discurre.

Entrenar y experimentar todo lo anterior, nos permite transformar un cuerpo pasivo, doliente o mudo en un cuerpo vivo, sentido y experimentado con alegría, y que además participa activamente en el fascinante camino del desarrollo de nuestro potencial.

Un gran amor

Un gran amor

Un gran amor“Si alguna vez conociste a alguien de espíritu libre, capaz de aceptarte tal cual eres, que sin reproches perdonó las ofensas, que compartió contigo su lado más tierno mostrando su propia vulnerabilidad  y que llegado el momento supo decir adiós para dejarte seguir tu propio camino, es posible que te encontrases en presencia de un gran amor” (ANF)

La presencia como ayuda

“Quien no sabe usar sus palabras de un modo curativo más le valdría guardar un respetuoso silencio en lugar de hablar de lo que desconoce, cuando de ayudar a alguien se trata. Porque la  compañía y la presencia cercana  son remedios más poderosos y eficaces que las propias palabras, sobre todo cuando estas nacen de la ignorancia y no de la sabiduría”. (ANF)

Presencia

“Entender el mensaje de la vida en cada silencio, descubrir un universo oculto en cada mirada, sentir la huella de lo eterno escondida en cada segundo, cuando se experimenta el instante vivido desde la amorosa presencia” (ANF)