La Coenzima Q-10 (Co Q-10), llamada también ubiquinona, es una substancia necesaria para el normal funcionamiento de muchos órganos y para la realización de diversas reacciones metabólicas, sobre todo en la cadena transportadora de electrones en el Ciclo de Krebs. Su misión es aportar energía a las células, ya que interviene en la producción de ATP (Adenosin trifosfato), molécula energética del organismo.
Ha llegado al gran público a través de la publicidad de los productos cosméticos que la han incorporado a gran número de cremas faciales y similares, como una substancia especialmente importante para cuidar la piel y evitar su envejecimiento.
Posee también una alta capacidad antioxidante que resulta muy útil en ciertas enfermedades, ya que evita el daño tisular producido por los radicales libres y, según parece, podría retrasar la evolución de ciertas enfermedades neurológicas tales como el Parkinson.
La Co-Q-10 se usa en el tratamiento de las miocardiopatías y de la insuficiencia cardiaca congestiva. Además puede ayudar a controlar la hipertensión, las alteraciones del ritmo cardiaco, aliviar los ataques de ángor y reducir la formación de coágulos sanguíneos. Parece, también haber aliviado los síntomas de personas con enfermedad de Raynaud.
Ayuda a conservar la Vitamina E y se cree que evita la oxidación del colesterol, aunque parecen necesarios nuevos estudios que confirmen este último punto.
Se encuentra en elevada concentración en el organismo, sobre todo en el corazón, hígado, riñones y páncreas. También se encuentra en una gran variedad de alimentos, especialmente las carnes, vísceras, algunos pescados y mariscos.
Sus niveles disminuyen con la edad, y son menores en pacientes con enfermedad cardiaca. Pero además del paso del tiempo, también el hábito de fumar y el consumo de ciertos medicamentos, como la lovastatina o el propanolol, pueden hacer que disminuya la cantidad de Co-Q-10, por lo que sería aconsejable administrar un suplemento de Co Q-10 en estos casos.
Se suele presentar como suplementos en forma de pastillas, comprimidos o cápsulas de gelatina blanda. Las presentaciones contienen aceite que favorecen su absorción, igualmente favorecida si se toma junto con los alimentos.
La dosis recomendable en las cardiopatías oscilan entre 100-360 mg/día. No se conocen efectos secundarios.