La Mente del Estudiante consiste en mantener la actitud de reconocerse como alumno en continuo proceso de aprendizaje, y tratar de acercarse a cada materia con curiosidad y deseo de aprender, como si si todo fuese nuevo. Es algo así como lo opuesto a la mirada rutinaria que bloquea la capacidad para dejarse sorprender e imposibilita el aprendizaje que subyace en cada acontecimiento o en cada enseñanza, por muchas veces que la hayas escuchado.
Sabemos que es posible leer el mismo texto varias veces y descubrir en cada lectura un nuevo universo, siempre que se haga desde esta actitud mental, porque cada uno de nosotros va cambiando momento a momento y nuestra capacidad para comprender y asimilar va, también, variando.
Por tanto, todo aquel que quiera mantenerse en continuo proceso de aprendizaje ha de mantener activa la “Mente del Estudiante”, lo cual significa renunciar renunciar al “ya me lo sé” o “esto ya lo he dado”, para acercarse a cada enseñanza desde “la mirada de la primera vez”.