“No se alcanza la paz interior sólo porque lo desees. Además de querer hay que saber hacerlo. Porque tratar de calmar la agitación mental pensando a cerca de ella es como querer apagar un fuego añadiendo gasolina. Pero si mantienes tu atención en la respiración consciente y eliminas el exceso de tensiones musculares de tu cuerpo, el flujo incesante de pensamientos que te perturban acabarán apaciguándose.” (ANF)