Resveratrol, el secreto del vino tinto

Hace unos años que un estudio epidemiológico en Francia sobre la incidencia de enfermedades cardiovasculares, daba al traste con los paradigmas nutricionales vigentes. Dicho estudio revelaba el hecho contradictorio de que una población con un alto consumo de grasas saturadas, tabaquismo y poca actividad física, tuviese un sorprendente menor indice de patología cardiovascular, sobre todo coronaria. Dichas cifras eran inferiores a otras poblaciones con una alimentación supuestamente más sana. A este hecho se le denominó “la paradoja francesa”.

El misterio se desveló a principio de los años noventa, cuando se propuso que el consumo moderado de vino tinto podría mejorar la salud cardiovascular. En dicho consumo, los franceses eran unos auténtico expertos, lo cual explicaba los resultados de las anteriores investigaciones. El asunto suscitó un número ingente de críticas, porque según los conocimientos nutricionales del momento ¿cómo se podía proponer el consumo de alcohol para mejorar la salud cardiovascular? Dicha controversia continúa hasta nuestros días, pero el hecho es que las pruebas científicas posteriores vinieron a demostrar cada vez más que el consumo moderado de vino tinto puede ayudar a las alud del corazón y de los vasos sanguíneos. El responsable de dicho efecto es una substancia llamada Resveratrol, junto con otros polifenoles del vino.

¿Qué es el Resveratrol? Pues bien, dentro de los productos que se anuncian como antioxidantes y antienvejecimiento, dicha substancial, ocupa un importante papel, consolidándose cada día más como un importante nutraceútico con un amplio campo de aplicación.

El Resveratrol es un polifenol procedente del reino vegetal que se encuentra presente en muchos alimentos. Podemos hallarlo sobre todo la uva y derivados tales como el mosto o el vino tinto. También forma parte de otros alimentos como las nueces, los cacahuetes, los frutos rojos, las moras o la piel del tomate, aunque en menor proporción que en la uva.

El Resveratrol en la naturaleza cumple una función defensiva, ya que es una fitoalexina, es decir, una substancia que protege al vegetal de los hongos y otros microorganismos. Sería, pues, una especie de antibiótico natural para la vid.

Hoy día sabemos que el Resveratrol, además de lo anteriormente comentado, mejora el rendimiento energético de las personas. Posee, también, una importante capacidad antioxidante, habiéndose realizado estudios que le atribuyen importantes efectos contra el envejecimiento celular debido a que disminuye el daño causado por los radicales libres. Se han destacado en el Resveratrol importantes propiedades antivirales, antiinflamatorias, hipolipeminate, neuroprotectora y, según parece, puede ser de gran utilidad como prevención para la proliferación de células oncológicas.

En referencia a esto último, comentar que, desde hace una década, el Resveratrol ha demostrado importantes efectos sobre algunos tipos de cánceres. Un estudio realizado en el año 2012 por la Universidad de Leicester, demostró una capacidad protectora del Resveratrol frente a los tumores intestinales. Pero hay que ser prudentes con los resultados y sobre todo tener presente que, debido a su metabolismo, podría interferir con algunos quimioterápicos como por ejemplo el paclitaxel. Es por eso que en dichos casos, será de suma importancia que su prescripción venga de la mano de un medico con experiencia en estas patologías.

También se le ha atribuido al Resveratrol una acción beneficiosa en la diabetes y sobe numerosos procesos autoinmunes o degenerativos, pero muchos de dichos estudios se han realizado en ratones, por lo que serán necesarias nuevas investigaciones posteriores en humanos para confirmar la utilidad o no de dicha substancia.

Ojo, no quiero que se entienda que este post promueve el consumo de alcohol, simplemente me limito a exponer lo que los datos científicos actuales ponen de manifiesto. El día que demuestren otra cosa, pues habrá que cambiar de opinión. Siempre existe la opción de consumir Resveratrol  sin tomar alcohol, basta ingerirlo como suplemento dietético comercializado en forma de cápsulas o comprimidos, o Ben a través de la alimentación, sobre todo, con las uvas negras.

¿Conocías este producto? Este artículo, ¿te ha aportado alguna nueva información sobre él?

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